El gobernador de Puerto Rico le pidió al gobierno federal estadounidense 94,400 millones de dólares para ayudar en la recuperación de la isla tras el azote del huracán María. Gran parte del territorio estadounidense sigue sin electricidad y miles de sus habitantes están desamparados. 

La solicitud de Puerto Rico supera los 61,000 millones de dólares que Texas está buscando del gobierno federal para mejoras de infraestructura. 

El gobernador puertorriqueño, Ricardo Roselló, llamó además al Congreso a adoptar una reforma fiscal que lidie con las necesidades específicas de la isla para evitar un éxodo de las compañías que actualmente generan el 42% del producto interno bruto del territorio. 

En una conferencia de prensa el lunes, Roselló dijo que hará su pedido formal a la Casa Blanca y el Congreso, junto con un reporte con una evaluación detallada de los daños. 

Hasta ahora, el Congreso ha aprobado casi 5,000 millones de dólares en ayuda a Puerto Rico, donde el huracán María causó daños generalizados el 20 de septiembre y el peor apagón en la historia estadounidense. 

"Este es un momento transformador en la historia de Puerto Rico", escribió Roselló al presidente Donald Trump. "Reconocemos que su liderazgo, junto con el de los líderes de ambos partidos, será esencial para nuestra recuperación y la futura salud económica y fiscal de la isla". 

Roselló anunció que su equipo creará un portal que permitirá al público rastrear el estado de la recuperación y de los fondos. Dijo que la disposición es parte de un intento por aplacar las dudas, después de que la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico seleccionara a Whitefish Energy Holdings para ayudar a reconstruir el sistema eléctrico de la isla, a pesar de que la empresa solo tenía dos empleados cuando el huracán azotó la isla. 

El contrato fue cancelado el 29 de octubre en medio de las críticas de los miembros del Congreso y una solicitud de Rosselló para anular el acuerdo. 

En cuanto a los impuestos, Roselló pidió al Congreso que excluyera a Puerto Rico de un impuesto especial propuesto del 20% para las mercancías fabricadas en el extranjero, alegando que los productos fabricados en Puerto Rico y llevados a suelo continental de Estados Unidos deben ser tratados como productos nacionales. 

Los republicanos esperan finalizar una propuesta de reforma tributaria para Navidad y enviar la iniciativa al presidente Donald Trump para su firma. 

"Si el objetivo de la reforma tributaria es crear puestos de trabajo estadounidenses, entonces Puerto Rico debe ser tomado en consideración", dijo el gobernador. "De lo contrario, terminaría siendo peor de lo que es hoy".