WASHINGTON (AP) — El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, llama la atención sobre los efectos que la crisis de deuda de Puerto Rico, de 70,000 millones de dólares, tiene sobre los millones de estadounidenses que viven en la isla y sobre los esfuerzos del Congreso, de mayoría republicana, para alcanzar una solución.

Lew realizará una visita de un día a Puerto Rico el lunes como parte de la campaña del gobierno de Barack Obama para presionar al Congreso para que actúe. Se espera que esta semana los republicanos de la Cámara anuncien una nueva legislación para crear una junta de control que ayude a gestionar la deuda del territorio estadounidense y supervisar su reestructuración. Será el tercer proyecto de ley que elabora la Cámara, que ha recibido críticas de algunos conservadores que temen que siente un precedente para estados con problemas financieros.

El Departamento del Tesoro dijo que el viaje de Lew pondrá de manifiesto la forma en que la crisis de deuda, que dura una década, "ya ha afectado a la salud, seguridad y bienestar de 3,5 millones de estadounidenses que viven en Puerto Rico".

El territorio estadounidense incumplió el pago de un bono de casi 370 millones de dólares el pasado 1 de mayo. Este es el mayor de los impagos en los que incurrió la isla desde el año pasado, y el gobernador, Alejandro García Padilla, advirtió que podría haber más.

El próximo 1 de julio vencen pagos por importe de casi 2.000 millones de dólares, incluyendo casi 700 millones de dólares en bonos de obligación general que se supone que están garantizados por la Constitución de la isla. En una advertencia dirigida al Congreso y a sus acreedores, entre los que hay fondos de alto riesgo estadounidenses, García explicó que las perspectivas para efectuar el próximo abono a tiempo son escasas.

"No anticipamos vayamos a tener el dinero", dijo la semana pasada.

García explicó que no tuvo otra opción más que suspender el pago de la deuda para evitar recortar servicios públicos básicos como las escuelas y la atención médica.

El presidente del Comité de Recursos Naturales, el legislador republicano de Utah Rob Bishop, lideró las negociaciones en la Cámara de Representantes. Además de los desacuerdos entre los conservadores, Bishop enfrentó objeciones de demócratas y funcionarios puertorriqueños que dicen estar preocupados porque la junta de supervisión tenga demasiado poder y porque el plan de restructuración sea demasiado difícil.

Bishop ha trabajado en estrecha colaboración con Lew y funcionario del Tesoro para reescribir la última versión de la propuesta de ley en términos de restructuración de deuda. Las negociaciones con responsables del gobierno son una de las cosas que sostienen la norma, apuntó.

Mientras esté en Puerto Rico, Lew "reiterará su llamado para acciones del congreso que proporcionen a Puerto Rico acceso a un régimen de restructuración ordenada y supervisión independiente que respete el autogobierno", explicó el Departamento del Tesoro.

Estas iniciativas han sido especialmente complicados por el desacuerdo entre los acreedores. Aunque algunos respaldan la propuesta, otros la combaten con la esperanza de preservar los pagos más grandes. Algunos grupos que cabildean contra la nueva legislación han dicho que equivale a un rescate oficial, aunque la propuesta del Congreso no incluye ayuda financiera directa.

El presidente de Cámara de Representantes, Paul Ryan, republicano de Wisconsin, mostró su apoyo a la norma. Aunque se manifestó contrario al rescate, apuntó que podría ser necesario realizar uno si el Congreso no aprueba la legislación pronto y la economía de Puerto Rico colapsa.

Tras el impago de la semana pasada, Lew envió una carta a Ryan en la que lo instó a trabajar con premura para resolver las "cuestiones pendientes" de la legislación para ayudar a Puerto Rico. Hizo constar que los hospitales han despedido personal y que la isla tenía problemas para encontrar dinero suficiente para combatir el virus del zika de forma efectiva.

"En ausencia de la promulgación de un marco viable para la restructuración de la deuda de Puerto Rico, los tenedores de bonos experimentarán una corrección larga, desordenada y caótica, y el impago será para muchos una posibilidad real", escribió el secretario del Tesoro. "El pueblo de Puerto Rico se verá obligado a soportar un sufrimiento adicional".