OAKLAND, California — Algunos manifestantes molestos por la elección de Donald Trump como presidente destrozaron ventanas y le prendieron fuego a botes de basura el miércoles en la madrugada en el centro de Oakland, California, uniéndose a inconformes en otras partes del país que salieron a las calles en respuesta a los comicios.

Otras protestas fueron básicamente pacíficas.

En Oregon, decenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland y obligaron a que los trenes en dos vías férreas se demoraran. Reportes noticiosos indicaron que la multitud creció a unos 300 individuos, incluidos algunos que se sentaron a la mitad de la calle. El grupo de manifestantes quemó banderas estadounidenses y coreó: "¡Ese no es mi presidente!"

En Pennsylvania, cientos de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh marcharon por las calles, y algunos entre la multitud exhortaron a la unidad. El Pitt News, el periódico estudiantil del campus, tuiteó acerca de un evento titulado "Reunión de emergencia: Unámonos para detener al presidente Trump".

En Seattle, unos 100 manifestantes se reunieron en el vecindario del Capitolio, bloquearon caminos y le prendieron fuego a un depósito de basura.

En Twitter, el hashtag "NotMyPresident" ("NoEsMiPresidente") había sido utilizado casi medio millón de veces.

La protesta en Oakland creció a unas 250 personas para el martes por la noche. El policía Marco Marquez dijo que los manifestantes dañaron cinco negocios, rompieron cristales e hicieron pintas de graffiti. Nadie fue arrestado.

Una mujer fue arrollada por un automóvil y resultó herida de gravedad cuando los manifestantes se metieron a una carretera, indicó la Patrulla de Carreteras de California. Los inconformes vandalizaron la camioneta deportiva del conductor antes de que los agentes intervinieran. La vía estuvo cerrada unos 20 minutos.

Oakland es un semillero de protestas violentas en el área de la Bahía de San Francisco. Hace dos años, algunos manifestantes bloquearon dos vías rápidas, dañaron patrullas de la policía y saquearon negocios después que un jurado investigador de Missouri decidió no acusar formalmente a un policía blanco por la muerte a tiros de un adolescente negro en Ferguson.

En otras partes de California, más de 1.000 estudiantes en la secundaria de Berkley abandonaron las aulas y marcharon al campus de la Universidad de California (UCLA, por sus siglas en inglés).

Los estudiantes también salieron de sus aulas en dos secundarias en Oakland, así como en una escuela en Phoenix, Arizona.

Cuando menos 500 personas ocuparon calles y el campus de la UCLA. Algunas gritaban improperios contra Trump y otras coreaban: "¡No es mi presidente!"

Se llevaron a cabo manifestaciones más pequeñas en otros campus de la Universidad de California y en vecindarios en Irvine y en Davis, así como en la Universidad del Estado de California, plantel de San José.