Recibir los beneficios del Seguro Social antes de tiempo tiene un precio; sin embargo, más de 4 de cada 10 estadounidenses mayores a los 50 años dicen que buscarán beneficiarse del programa incluso antes de llegar a la edad de jubilación completa.

Un encuesta de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research publicada el jueves halló que 44% reportó que el Seguro Social será su principal fuente de ingreso durante sus años de retiro.

Los beneficios completos inician a partir de los 65 o 66 años para aquellos que nacieron entre 1943 y 1954. Los estadounidenses pueden comenzar a cobrarlo desde los 62 años, pero con hasta 30% menos en beneficios, según la Administración de Seguro Social.

"Una de las cosas que sabemos con certeza es que pedirlo antes puede tener repercusiones a largo plazo en tu seguridad fiscal conforme envejeces", dijo Gary Kloeing, vicepresidente de Seguridad Financiera en el Instituto de Política Pública AARP.

Koenig dijo que los beneficios aumentan considerablemente para aquellos que esperan, y suben alrededor de 8% por cada año adicional pasados los 66 años y hasta los 70, cuando se recibe el máximo de los beneficios.

"Así que motivamos a las personas a que esperen lo más que puedan", dijo.

Pero muchos estadounidenses no se pueden dar el lujo de esperar.

Ken Chrzastek de Chicago comenzó a retirar sus beneficios de Seguro Social a los 62 años y obtuvo 50.000 dólares de una cuenta de retiro después de perder un empleo como minorista hace dos años. No ha podido encontrar ni siquiera un trabajo de medio tiempo. "Contratar una persona de 62 años es un riesgo para la compañía", dijo.

La edad promedio en la que las personas esperan comenzar o han comenzado a recibir beneficios de Seguro Social es de 64. Sólo 9% dijo que esperarían hasta cumplir los 70 años.

Entre los precandidatos presidenciales, tanto Bernie Sanders como Hillary Clinton han mencionado una expansión al Seguro Social. Donald Trump dijo durante un debate en marzo: "Tengo la intención absoluta de dejar el Seguro Social tal como está".

Muchos estadounidenses indicaron estar preocupados de no tener suficiente para vivir una vez que dejen de laborar, arrojó la encuesta.

Alison Cowen, de 57 años, dijo que no ve la forma en que se retire algún día. "No a menos que suceda un milagro", comentó. "Simplemente no tengo suficiente para vivir el resto de mi vida".