Dallas.-  Un permiso para cazar un rinoceronte negro africano —una especie en peligro de extinción— se vendió en 350,000 dólares durante una subasta organizada por un grupo de cazadores de Dallas, que fue criticada por grupos defensores de la fauna silvestre y los derechos de los animales.

El Club Safari de Dallas esperaba juntar más de 200,000 dólares ayer por la noche durante la subasta por el derecho de matar a disparos a un rinoceronte negro en la nación africana de Namibia. Los fondos serán para proteger a la especie en peligro.

Un portavoz del club, Steve Wagner, confirmó la venta del permiso durante el acto a puerta cerrada. Se negó a revelar el nombre del comprador.

Ben Carter, director del Club Safari, defendió la subasta al decir que no sólo los fondos se destinarán a los esfuerzos de conservación del rinoceronte, sino que el animal al que se permitirá cazar es un macho viejo que no es candidato para reproducción, que de todas maneras seguramente sería eliminado porque se estaba volviendo agresivo y una amenaza para otros animales salvajes.

Sin embargo, la acción provocó la furia de grupos defensores de los animales y otros críticos. Días atrás el FBI dijo que estaba investigando amenazas de muerte contra integrantes del club.

Carter agregó que los expertos opinan que sacrificar un animal es una práctica aceptable de manejo de hábitat. "En la mayoría de los aspectos, este animal está en detrimento", agregó Carter.

Los críticos han puesto en duda esa lógica. Las autoridades de la organización Humane Society and the International Fund for Animal Welfare (Sociedad Humana y del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, IFAW por sus siglas en inglés) han dicho que aunque sacrificar puede ser apropiado para poblaciones animales abundantes, los rinocerontes negros deben ser protegidos dado su estatus en peligro.

Se calcula que hay unos 4,000 rinocerontes negros en libertad, comparados con los 70,000 que había en la década de 1960. Casi 1,800 están en Namibia, de acuerdo con el club de cacería.

"Esta subasta le está diciendo al mundo que un estadounidense pagará cualquier cosa para matar a sus especies", dijo Jeffrey Flocken, director regional del IFAW, con sede en Massachusetts. "Esto es de hecho hacer un espectáculo de matar una especie en peligro".