El Tribunal Supremo respaldó hoy a un pastelero que se negó a servir a una pareja homosexual que le había encargado su tarta de bodas alegando motivos religiosos.

El alto tribunal dio la razón por una mayoría de siete de los nueve jueces de la sala al repostero del estado de Colorado, que argumentó su religiosidad como razón para rechazar los servicios a la pareja.

El caso puede sentar un precedente en situaciones similares en los que se discute la discriminación por orientación sexual y en los que quienes supuestamente la ejercen tienden a argumentar razones relativas a sus creencias.