Nueva York.- Ciudades como desde Boston, Nueva York y Filadelfia, comenzaron a paralizar su actividad el lunes ante la llegada de una tormenta gigante que podría cubrir con 90 centímetros (tres pies) de nieve una región donde viven más de 35 millones de personas.

Al mediodía del lunes, la nieve obstruía diversas calles con una intensidad cada vez mayor en la ciudad de Nueva York mientras una nevisca daba inicio en Boston.

Los meteorólogos dijeron que la tormenta podría convertirse en una severa nevada, con un momento de máxima intensidad en la noche del lunes al martes.

Más de 7,700 vuelos de llegada y salida fueron cancelados en el extremo nordeste y posiblemente no habrá despegues hasta el miércoles. Escuelas y negocios adelantaron la hora de salida, mientras que las oficinas del gobierno cerraron por completo.

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Varias ciudades movilizaron máquinas para retirar nieve y esparcir sal a fin de enfrentar lo que se perfila como una peligrosa tormenta acompañada de viento que podría cambiar drásticamente lo que ha sido hasta el momento un invierno sin nieve para la mayoría de las zonas urbanas del extremo nordeste.

Las calles en las localidades del noreste estaban casi vacías para el lunes en la noche y la mayoría de los trabajadores ya estaban en sus casas.

Políticos, gobernadores y alcaldes, conscientes de los grandes problemas y estragos que pueden causar las mega tormentas, declararon con celeridad emergencias y ordenaron el cierre de carreteras, calles y sistemas de transporte masivo —que podrían prolongarse durante días— para impedir que viajeros queden varados y permitir el tránsito de barredoras de nieve y otros vehículos de emergencia.

En Wall Street, la Bolsa de Valores de Nueva York indicó que permanecería abierta y funcionaría normalmente lunes y martes.

Los meteorólogos dijeron que la tormenta podría convertirse en una severa nevada.