SEATTLE — Una poderosa tormenta, que incluía remanentes de un tifón en el Pacífico, azotó el sábado el noroeste de Estados Unidos, donde derribó árboles y cables de luz.

Decenas de miles de personas se quedaron sin electricidad en Oregon y Washington cuando el meteoro tocó tierra después de que adquiriera fuerza en el mar.

Los vientos rebasaron los 80.4 kph (50 mph) en la zona de Portland, indicó el Servicio Nacional de Meteorología, y aguaceros y ventarrones afectaban la zona de Seattle el sábado en la noche.

"Definitivamente hemos tenido una buena racha de fuertes vientos, con ráfagas a lo largo de la costa de entre 96,5 y 128,7 kph (entre 60 y 80 mph) en algunas de las partes más expuestas, y de entre 80,4 y 96,5 kph (entre 50 y 60 mph) en la zona de Portland", dijo Matthew Cullen, meteorólogo de la agencia. "Hay daños diseminados".

Los equipos de emergencia informaron de árboles y cables eléctricos caídos en toda la región.

La Oficina de Bomberos y rescate de Tualatin Valley difundió en Facebook la fotografía de un árbol que aplastó un coche nuevo y parte de la casa de una familia en North Plains, Oregon, cerca de Portland.

Varios árboles caídos bloqueaban un carril en la carretera interestatal 5, cerca de Olympia, señaló el Departamento de Transporte de Washington.

No se informó de inmediato sobre personas lesionadas a causa de la tormenta.

En Coburg, Oregon, al norte de Eugene, la rama cubierta de musgo de un árbol cayó encima de un Mustang amarillo modelo 2003 afuera de una tienda Dari Mart. El vehículo pertenecía a Angel Ramon, empleado del establecimiento.

"Nunca me había estacionado antes en ese lugar", declaró Ramon al periódico The Register-Guard.

La tormenta causó intensas lluvias y fuertes vientos desde el norte de California hasta el estado de Washington.

La Nación Indígena Quinault, en la costa de la península Olympic de Washington, expresó preocupación de que el oleaje causado por la tormenta pudiera rebasar el rompeolas que separa su aldea principal del océano Pacífico.

Sin embargo, el rompeolas contenía el sábado oleaje de nueve metros (30 pies) de altura, dijo la tribu.