Connecticut, EE.UU.- Los residentes de varias grandes ciudades en el nordeste de Estados Unidos sufrían este fin de semana los efectos de una rápida tormenta costera que llevó una combinación de granizo, lluvia y nieve a zonas situadas a lo largo de la bulliciosa Interestatal 95.

La nieve que empezó a caer en el sureste de Pennsylvania y West Virginia ayer por la tarde se convirtió en lluvia y granizo en algunas zonas para el sábado por la mañana, y el Servicio Meteorológico Nacional indicó que había llovido en Washington D.C., Delaware y la mayor parte de Maryland. Pero en algunos lugares se esperaba que la situación empeorara conforme avanzara el día.

El sur de Nueva Inglaterra podría registrar las mayores nevadas, aunque las temperaturas cercanas a la congelación supondrían riesgo de resbalones en las carreteras de toda la región, según los meteorólogos.

"Es en cierto modo la primera, así que es bueno que se produzca este fin de semana", señaló el viernes sobre la tormenta el meteorólogo del servicio nacional Bill Simpson en Taunton, Massachusetts. "Si esto ocurriera entre semana, todo iría muy lento y accidentado".

Ayer se emitió alerta por tormenta invernal en una gran área del centro de Pennsylvania. Los expertos señalaron que una amplia zona entre Gettysburg y Johnstown, que se extendería de West Virginia por Maryland y casi hasta el sur de State College y Williamsport, podría recibir de 5 a 8 pulgadas (de 13 a 20 centímetros) de nieve para el sábado por la tarde.

La Administración de Autopistas del Estado de Maryland advirtió a los motoristas de que los desplazamientos podrían resultar peligrosos. La agencia indicó que tendría preparados sal, topadoras de nieve y sierras eléctricas en caso de árboles caídos.

Se espera que mientras la tormenta avanza por la costa este deje de 2 a 4 pulgadas (de 5 a 10 centímetros) de hielo y nieve el sábado en Filadelfia antes de que empiece a llover. Se esperan de 3 a 4 pulgadas de nieve en la ciudad de Nueva York y de 4 a 6 en Boston, con acumulaciones mayores en el centro de Massachusetts, antes de que el sistema tormentoso se interne en el mar el domingo por la mañana.

En Nueva York, la Autoridad Metropolitana de Transportes señaló que desplegaría potentes quitanieves y vagones de metro retirados y modificados con equipo contra hielo para mantener despejadas las rutas de autobús y las vías del tren subterráneo. Además, los empleados de la agencia estaban preparados para esparcir sal y despejar de nieve andenes y escaleras.

El alcalde de Boston, Martin J. Walsh, emitió un comunicado instando a los vecinos a proteger a la población vulnerable de la ciudad, en especial los ancianos y personas sin hogar.

"Pedimos que cada uno de los residentes de Boston cuide de su vecino, ya sea alguien a quien vea a la intemperie o alguien que viva al lado", dijo.

Connecticut tiene abundancia de sal y productos químicos para la nieve repartidos en el estado, y una flota de 632 camiones quitanieves preparados, indicó el portavoz del Departamento de Transportes Kevin Nursick. Los empleados han estado preparando algunas autopistas y puentes, pero ya quedaba algo de sal de otras tormentas recientes más pequeñas.

El meteorólogo Peter Wichrowski en Upton, Nueva York, dijo que era probable que la nieve empezara a caer en la ciudad de Nueva York a primera hora del sábado, con una mezcla de lluvia y quizá algo de granizo en las zonas costeras. Se esperaba una nevada de una o dos pulgadas (de 2 a 5 centímetros) en el este de Long Island.

Por su parte, las previsiones apuntaban a que Baltimore y Washington sólo recibirían lluvia, con temperaturas ligeramente por encima de la congelación. Los meteorólogos esperaban nevadas especialmente densas en el oeste de Maryland y al norte el sábado. La Administración de Tránsito de Maryland dijo estar trabajando para que autobuses, trenes y coches siguieran en movimiento durante el fin de semana.