WASHINGTON — Mucho menos personas acudieron el viernes a la ceremonia de investidura del presidente Donald Trump que las que estuvieron presentes en la juramentación de su predecesor hace ocho años.

Fotos del National Mall durante la investidura del presidente Barack Obama en enero de 2009 muestran a una multitud desde la fachada oeste del Capitolio hasta el Monumento a Washington. Las fotografías tomadas desde el mismo punto el viernes permiten ver grandes áreas vacías en ese mismo complejo de monumentos.

A lo largo del desfile de investidura también hubo multitudes de menor tamaño y tribunas semivacías. Los hoteles en todo el Distrito de Columbia reportaron habitaciones disponibles, algo muy inusual para un evento tan importante como una investidura presidencial. Y la cantidad de pasajeros en el sistema de transporte subterráneo de Washington no llegó a igualar a la de ceremonias de juramentación recientes.

Hasta las 11:00 de la mañana se habían realizado 193.000 viajes, de acuerdo con la cuenta del servicio de tránsito en Twitter. A la misma hora hace ocho años se habían efectuado 513.000. Cuatro años después, la cifra fue de 317.000 en la segunda investidura de Obama.

Se habían realizado 197.000 viajes a las 11:00 de la mañana en 2005 para la segunda investidura del presidente George W. Bush. El sistema de transporte Metro también publicó en la red social que sólo dos estacionamientos en las estaciones se encontraban por encima del 60% de su capacidad.

El hecho de que las multitudes hayan sido de menor tamaño podría hacer que Trump se muestre más humilde, después de que frecuentemente alardeó durante su campaña acerca de la cantidad de gente en sus actos y solía afirmar, muchas veces erróneamente, que miles de personas más esperaban afuera debido a que ya no podían ingresar al evento.

Quizá nunca se brinde una cifra oficial de personas presentes a la ceremonia de investidura de Trump.