Decenas de legisladores israelíes pidieron al primer ministro Benjamin Netanyahu que cancelara el encuentro del 28 de diciembre. El primer ministro, cauteloso de ser visto como un apoyo a las posturas de Trump pese a su propia preferencia republicana, sólo hizo comentarios cautos al decir que respetaría la reunión programada con antelación, pero al mismo tiempo rechazaría las peticiones del empresario de negarles a los musulmanes la entrada a Estados Unidos.

Trump anunció la decisión en su cuenta de Twitter al decir que reprogramará "en una fecha posterior, cuando sea presidente de Estados Unidos".

El magnate causó agitación en el Partido Republicano después proponer una prohibición temporal a la entrada de musulmanes a Estados Unidos luego del tiroteo de la semana pasada cometido por una pareja de milicianos islámicos en donde murieron 14 personas en San Bernardino, California. Los críticos dicen que la propuesta es racista e inconstitucional.

Relacionadas

Trump, quien iba en la delantera con un amplio margen en las primeras encuestas, también causó críticas entre varios judíos estadounidenses la semana pasada después de hablar ante un grupo de judíos donantes.

Lo abuchearon después de negarse a apoyar a Jerusalén como la capital íntegra de Israel. Estados Unidos, como casi toda la comunidad internacional, se niega a reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. También hizo comentarios que algunos consideran que promueven estereotipos judíos: "Sé por qué no me van a apoyar: no me van a apoyar porque no quiero su dinero", dijo Trump. "Quieren controlar a su propio político".

Autoridades palestinas recibieron bien la noticia de la cancelación del viaje.

Ahmad Majdalani, un asisten de presidente Mahmoud Abbas, dijo que la visita de Trump "no significa nada para nosotros. Sabemos que venía a Israel a conseguir el apoyo judío. Nos dio gusto que no estuviéramos en su itinerario de viaje porque no aportaría nada para nosotros, sobre todo tras sus declaraciones contra los musulmanes".