Donald Trump parece estar dando marcha atrás en torno a la idea de colaborar con Rusia en la lucha contra los ataques cibernéticos para evitar posibles interferencias en los procesos electorales. 

El presidente publicó un tuit el domingo por la mañana en el que dijo que había hablado con el presidente ruso Vladimir Putin sobre la posibilidad de crear una “unidad de ciberseguridad”, a pesar de que los servicios de inteligencia estadounidenses acusan a Rusia de interferir con las elecciones presidenciales del año pasado. 

El comentario de Trump fue ridiculizado desde todos los sectores, incluido su propio partido republicano. El senador republicano Lindsey Graham dijo que “no es la idea más boba que he escuchado, pero está bastante cerca”. El representante demócrata Adam Shiff sostuvo que pensar que Rusia puede ser un aliado confiable en una iniciativa sobre ciberseguridad sería a “peligrosamente inocente”. 

El mismo domingo, por la tarde, Trump había cambiado su discurso y dijo, siempre en Twitter, que el hecho de que haya discutido con Putin la idea “no quiere decir que vaya a suceder. No va a pasar” eso. 

Otro senador republicano, Marco Rubio, dijo en Twitter que “colaborar con Putin en una ‘unidad de ciberseguridad’ es como asociarse con Assad en una ‘unidad de armas químicas’”. Aludía al presidente sirio Bashar Assad y su uso de armas químicas contra sus compatriotas. 

El ex secretario de estado Ash Carter comparó la propuesta con “el tipo que te roba la casa y después plantea trabajar contigo en una iniciativa contra los asaltos”. 

El representante demócrata Adam Schiff, de la comisión de inteligencia de la cámara baja, sostuvo que si lo mejor que puede plantear el gobierno es colaborar con los rusos en la lucha contra los ciberataques, “directamente démosle nuestras urnas a Moscú”. 

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas Nikki Haley trató de justificar el comentario de Trump diciendo que una eventual colaboración en el tema de la ciberseguridad “no quiere decir que confiamos en Rusia. No podemos confiar en Rusia y nunca lo haremos. Pero uno se mantiene cerca de aquellos en quienes no confía para poder vigilarlos”. 

Después de hablar con Putin en la cumbre del Grupo de los 20, Trump dijo que “llegó la hora de trabajar de una forma constructiva con Rusia”. Pero no ha confirmado si acepta la afirmación de Putin de que Rusia no interfirió en las elecciones del 2016. 

En sus tuits del domingo, una vez concluida la cumbre del G20, Trump dijo que le había planteado a Putin el tema de la interferencia en las elecciones y que el presidente ruso había “negado vehementemente” que su gobierno haya interferido de alguna forma. Trump no dijo si acepta esa explicación y se limitó a afirmar que “ya he dicho lo que pienso”. 

En el pasado Trump declaró que probablemente Rusia hackeó los emails del Comité Nacional Demócrata y de colaboradores de Hillary Clinton, pero que es probable que “otra gente y/u otros países” también hayan estado involucrados. 

El ministro de relaciones exteriores ruso Sergey Lavrov, y luego el propio Putin, dijeron que Trump había aceptado la explicación del presidente ruso. 

El secretario de estado Rex Tillerson declaró que, “para ser sincero, no esperábamos otra respuesta que la que recibimos”, en tanto que Haley afirmó que “todo el mundo sabe que Rusia interfirió con nuestras elecciones. Ahora Rusia trata de mantener su credibilidad”.