El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy una nueva ley que facilitará el acceso de los veteranos de las Fuerzas Armadas a los servicios sanitarios privados, que ha desatado cierta polémica por no incluir los fondos necesarios para financiar su aplicación.

"Durante toda mi campaña os preguntaba ¿Por qué no pueden (los veteranos) simplemente ir a un médico? Ahora pueden", sostuvo Trump durante una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca.

El mandatario calificó la nueva norma, conocida como "Mission Act", de "hito" por garantizar a los exmilitares la "libertad" de poder optar al sistema sanitario de su elección.

La ley refuerza los programas de atención, financia la posibilidad de elegir entre servicios públicos y privados, flexibiliza la estructura del Departamento de Asuntos de Veteranos, fortalece la plantilla de la institución y amplía la cobertura a exmilitares "de cualquier era".

"No importa cuándo serviste o dónde luchaste, si vestiste un uniforme te mereces lo mejor", dijo Trump durante el acto, al que acudieron varios soldados retirados.

La legislación contempla que la aplicación de esta nueva ley conllevará unos costes de aproximadamente 50,000 millones de dólares a las arcas del Estado, pero no especifica de dónde saldrán estos fondos.

Por este motivo, de acuerdo con el diario The Washington Post, diversos legisladores están presionando a la Casa Blanca para que apruebe una enmienda a la ley en la que se incluya la partida presupuestaria necesaria.

Sin embargo, según el diario, la respuesta de la Administración ha sido negativa y ha instado a los legisladores a arañar los fondos de otras partidas del presupuesto federal aprobado el pasado mes de febrero.

Con esta medida la Casa Blanca procura encontrar una solución a las largas esperas a las que, en ocasiones, tienen que hacer frente los exmilitares para poder recibir tratamiento médico, un asunto que durante 2016 se convirtió en uno de los temas principales de la campaña electoral del ahora comandante en jefe.