WASHINGTON. El presidente Donald Trump, podría anunciar el final de las protecciones a los jóvenes inmigrantes que entraron al país de forma ilegal siendo niños, pero con una demora de seis meses, dijeron el domingo fuentes con conocimiento de la decisión. 

La demora en el desmantelamiento formal de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) buscaría dar tiempo al Congreso para decidir si quiere o no abordar el estatus de los conocidos como dreamers en una ley, de acuerdo con dos personas familiarizadas con la idea del presidente. 

No estuvo claro de inmediato cómo funcionaría este retraso en la práctica ni qué ocurriría con las personas que tienen permisos de trabajo en vigor gracias al programa, o con aquellos cuyos permisos expiren en esos seis meses. 

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Tampoco estuvo claro qué ocurrirá exactamente si el Congreso no logra aprobar una medida en ese plazo. Las dos fuentes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a discutir el asunto antes del anuncio oficial, previsto para el martes. 

El presidente Trump lleva meses pensando qué hacer con el programa DACA, aprobado por su antecesor Barack Obama, que libró a casi 800,000 jóvenes migrantes de la deportación y les dio la capacidad de trabajar de forma legal con permisos de dos años renovables. 

La esperada medida llega mientras la Casa Blanca se acerca el martes al final del plazo concedido por funcionarios estatales republicanos para denunciar al gobierno de Trump si no cancela el programa. Coincide además con los nuevos llamados del dirigente a su base en un momento en que enfrenta cada vez más críticas y su nivel de aceptación ronda el mínimo histórico. 

Durante la campaña presidencial, Trump calificó el DACA de "amnistía" ilegal y prometió eliminar el programa el día que llegase a la Casa Blanca. Pero desde su elección, ha estado demorando el asunto y llegó a asegurar a The Associated Press en su momento que los afectados podrían "descansar tranquilos". 

Durante este tiempo, su gobierno siguió procesando solicitudes y renovando los permisos de trabajo del DACA, para descontento de los más conservadores en política migratoria. 

El ejecutivo del expresidente Obama creó el programa en 2012 como un recurso temporal para impedir la deportación de inmigrantes jóvenes que no tienen recuerdos ni vínculos con sus países de origen mientras buscaba sin éxito una revisión más amplia de la regulación migratoria en el Congreso. 

El DACA protege a las personas que pueden probar que llegaron de forma ilegal a territorio estadounidense antes de cumplir 16 años, llevan varios años en el país y no cometieron delito alguno en ese tiempo. A 31 de julio de 2015, más de 790,000 jóvenes migrantes participaban en el programa, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.