En la última década, plataformas como Facebook y Twitter se han convertido en una herramienta cada vez más importante en la difusión de propaganda electoral, y tanto los políticos como sus asesores son plenamente conscientes de ello.

El fenómeno es aún más acentuado en países desarrollados y el caso más emblemático fue la campaña que llevó a Barack Obama a su primer periodo como presidente de Estados Unidos gracias, entre otras cosas, a su conexión con los jóvenes a través de las nuevas plataformas. Chris Hughes, cofundador de Facebook, fue el coordinador de la actividad de Obama en las redes sociales.

Con dicho precedente, los actuales candidatos, Donald Trump y Hillary Clinton, tienen bastante presente el rol que desempeñan los nuevos medios. En este apartado el republicano muestra una clara ventaja sobre su rival en función a la cantidad de seguidores en redes sociales.

En Facebook es donde Trump marca mayores distancias, pues registra 10.7 millones de seguidores, mientras que Clinton suma 6.1 millones. En Twitter, el magnate sigue superando a la ex primera dama de Estados Unidos, aunque la diferencia se reduce. La demócrata suma 8.5 millones de seguidores, mientras que el republicano acumula 11.7 millones de ‘followers’.

En Instagram el margen de ventaja de Donald Trump se hace más estrecho pues sus 2.5 millones de seguidores no están demasiado lejos de los 2.1 millones que registra Hillary Clinton.

Finalmente, aunque no se trata de una red social propiamente dicha, YouTube también goza de gran relevancia en la difusión de contenido en Internet, al ser la plataforma audiovisual de referencia. Se trata del único caso en el que Clinton supera a Trump, con 74 mil suscriptores frente a los 56 mil con los que cuenta Trump.