Uno de cada 10 condenados a pena de muerte son veteranos, según estimados de un informe reseñado por la revista Time.

El informe del Centro de Información de Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés) fue dado a conocer hoy, víspera del Día de los Veteranos. 

Cerca de 300 exmiembros de las fuerzas armadas se estima que están condenados a pena de muerte a nivel estatal o a nivel federal en Estados Unidos, según el documento.  El portal indica que hay unos 3,002 convictos a la espera de ser ejecutados, esto según las cifras más recietes compiladas por la organización.

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El DPIC lamenta las conclusiones del informe y exhorta al gobierno federal a atender mejor a sus veteranos.

"Mientras el país se prepara para honrar a sus veteranos este 11 de noviembre, es una revelación sorprendente y preocupante que muchos veteranos enfrentan el estigma de ser 'lo peor de los peor', condenados a muerte por el mismo gobierno al que una vez sirvieron", expresó el DPIC.

"Intervención temprana, asistencia de pares en veteranos y mayor envolvimiento de oficiales veteranos con fiscales, abogados y jueces pueden ser instrumentales en evitar la pena de muerte", agregó.

Las cifras de veteranos que terminan convictos en casos de pena capital podrían aumentar porque hay muchos soldados regresando en la actualidad de las guerras en Irak y Afganistán, según un portavoz del DIC. Muchos de estos condenados a pena de muerte  padecen condiciones como desorden de stress post traumático (PTSD).

Se estima que entre el 10 al 20% de los veteranos de Irak y Afganistán han experimentado PTSD, cifra que llegaa 30% entre veteranos de Vietnam.

De hecho, la primera persona ejecutada este año en Estados Unidos fue  Andrew Brannan, un veterano que recibió la Estrella de Bronce por su servicio en Vietnam, un hombre de 66 años quien mató a un sheriff en Georgia y padecía de condiciones como PTSD y bipolaridad.