Shayla Taylor estaba de parto en el segundo piso del Centro Médico de Moore. Tenía cinco centímetros de dilatación y contracciones. Su esposo Jerome, y su hijo de cuatro años agurdaban en la sala de espera cuando las enfermeras le informaron sobre un aviso de tornado en la ciudad.

“Busqué la aplicación del tiempo en mi teléfono y vi que decía que el tornado estaba en la calle cuatro de Moore, donde está ubicado el hospital”, recordó Taylor durante una entrevista con CBS.

La mujer fue trasladada a una sala de operaciones sin ventanas, mientras que su esposo e hijo fueron llevados al  refugio.

“Las enfermeras me cubrieron con toallas tibias y se agacharon alrededor de mi cama. Cerré los ojos y todos comenzamos a rezar”, cuenta.

Cuando Taylor abrió los ojos, veía la carretera; las paredes del hospital habían desaparecido. Rápidamente observó su entorno en busca de las enfermeras.

“Tenía miedo de que pudieran haber sido arrastradas por el tornado”, dijo.

Más tarde fue trasladada a un hospital cercano, donde dio a luz su hijo Braeden Immanuel, que significa “Dios está con nosotros”.

“Había escogido el nombre hace meses, y ahora sé por qué. Dios estaba con nosotros ese día, finalizó la madre.