Texas.- En los días posteriores al primer diagnóstico de ébola en Estados Unidos, el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) estaba totalmente convencido de la capacidad del hospital para gestionar el virus.

"Fundamentalmente cualquier hospital del país podría atender el ébola. No se necesita una sala especial de hospital para hacerlo", dijo el director del CDC, que también es médico, Tom Frieden, el 2 de octubre. "Se necesita una habitación privada con un baño privado. Y lo más importante, se necesita entrenamiento riguroso y meticuloso y materiales para asegurarse que el tratamiento se ofrece de forma segura y los cuidadores no están en riesgo".

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Menos de dos semanas después, Frieden admitió que el gobierno no fue lo suficientemente agresivo en la gestión y contención del ébola, que pasó de un paciente infectado a una enfermera del hospital de Dallas en el que fue tratado.

"Pudimos haber mandado un equipo de control de infecciones hospitalarias más fuerte y haber sido más prácticos con el hospital desde el día uno sobre cómo tenían que gestionar exactamente la situación", dijo el martes.

Frieden también adelantó los nuevos pasos diseñados para frenar el contagio de la enfermedad, incluyendo la creación de un equipo de respuesta al ébola, el aumento de la formación de los trabajadores sanitarios en todo el país y cambios en el hospital de Texas para minimizar el riesgo de más infecciones.

"Ojalá hubiésemos puesto un equipo así en el terreno el día que el paciente — el primer paciente — fue diagnosticado. Podría haber evitado está infección", dijo Frieden.

La dura confesión se produjo mientras la Organización Mundial de la Salud proyectó una aceleración en el ritmo de contagios en África occidental a razón de unos 10.000 nuevos casos al mes en dos meses.

En una conferencia telefónica el martes por la tarde, el mayor sindicato estadounidense de enfermeros describió como ese primer paciente, Thomas Eric Duncan, estuvo en una zona abierta de la sala de urgencias durante horas. La Unión Nacional de Enfermeros dijo, citando a personal no identificado, que durante días se atendió a Duncan sin el equipo de protección adecuado, que se permitía que los residuos peligrosos se acumulasen hasta el techo y que los protocolos de seguridad cambiaban constantemente.

Un total de 76 personas del hospital podrían haber estado expuestas a Duncan, y todas están siendo controladas a diario por si presentan fiebre u otros síntomas, dijo Frieden. La enfermera Nina Pham se contagió mientras atendía al enfermo. Funcionarios sanitarios están vigilando a otras 48 personas que habían estado en contacto con Duncan antes de su ingreso en el centro, donde falleció el 8 de octubre.

La Associated Press informó el lunes que Pham estaba entre los alrededor de 70 trabajadores hospitalarios que participaron en el cuidado de Duncan durante su estancia en el centro, basándose en registros médicos proporcionados por su familia.

Frieden dijo que en el nuevo equipo de respuesta estaban algunos de los principales expertos mundiales en cómo tratar el ébola y proteger a los sanitarios. Revisarán varios temas como la creación de salas de aislamiento, el tipo de equipos de protección debe emplearse y la gestión de deshechos y descontaminación.