KISSIMMEE, Florida. El comisionado del distrito escolar del Condado de Osceola, que tiene más de 60,000 estudiantes, 20% de los cuales son puertorriqueños, dijo hoy, jueves, que ese departamento está listo para recibir la oleada de miles de estudiantes boricuas que se espera lleguen en los próximos meses a la zona central de este estado sureño buscando refugio del caos que se vive en la Isla.

Según Kelvin Soto, un abogado de 48 años y natural de Aguada, el golpe del huracán María a Puerto Rico provocaría una migración masiva a Estados Unidos que durante el próximo año podría sumar 500,000 personas de los cuales la mitad se podría quedar en la zona Central de Orlando. El resto se distribuiría en el sur de Florida y en otros estados como Virginia, Texas y Nueva York, estimó.

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“Es una crisis para cualquier distrito, pero aquí estamos preparados”, aseguró Soto quien es integrante de la Junta Escolar, cuyos miembros son electos en votación comunitaria.

El funcionario explicó que el Condado de Osceola ha experimentado -por más de una década- un crecimiento anual en su población estudiantil de 1,500 alumnos producto de la migración de hispanos, principalmente desde Puerto Rico, lo que le ha dado la experiencia para ahora poder enfrentar esta avalancha que los entes gubernamentales aquí comenzaron a anticipar desde que asomaron los primeros estragos del huracán hace una semana.

“Lo que haremos será magnificar lo que ya estábamos haciendo”, dijo Soto quien indicó que la experiencia de este condado, donde se concentra la mayor población de puertorriqueños en Florida, ha hecho que funcionarios de otras ciudades los contacten para conocer estrategias para también manejar el crecimiento repentino que se ha pronosticado.

Contratarán a los que lleguen

A manera de ejemplo, la directora de uno de los planteles dentro de este distrito Rhonda McMahon, dijo que su escuela tiene el espacio, los pupitres, libros y el equipo necesario para recibir a los niños puertorriqueños. 

“Nos harán falta maestros bilingües, choferes de autobuses y otros empleados, pero si ellos también vienen desde Puerto Rico, para ellos también tenemos trabajo”, dijo la principal de la escuela Boogy Creek Elementary, que ubica en Kissimmee. En esta escuela el 80% de los estudiantes, maestros y empleados son puertorriqueños.

El distrito escolar del Condado de Osceola tiene 60 escuelas y 67,766 estudiantes provenientes de 100 países y que hablan 100 idiomas.

Por tratarse de una emergencia, los niños que lleguen serán admitidos aun cuando no tengan certificados de nacimiento, trascripciones de crédito ni otros documentos. Estos se tramitarán oportunamente, señaló Soto. Para ellos también habrá ayuda para obtener uniformes, desayuno y almuerzo. En este distrito escolar se sirven cada día 23,000 desayunos y 42,000 almuerzos.

“Cuando lleguen sabemos que se sentirán cómodos pues tenemos una alta cantidad de maestros, empleados y estudiantes que son de Puerto Rico que los harán sentir mejor y eso ayudará a normalizar su situación”, dijo McMahon.  El distrito escolar del Condado de Osceola tiene 8,332 empleados.

Para los adultos que lleguen desde la Isla también habrá oportunidades educativas si interesan integrarse a un colegio técnico o si quieren matricularse en cursos de inglés.

Estuvimos dos días sin comer

En el vestíbulo de este plantel, estaba Neichma Ortiz, de Quebradillas, quién llegó hace dos días desde Puerto Rico y hacía las gestiones para matricular a sus cuatro hijos. Contó que se quedó sin alimentos enlatados y que la ayuda de las autoridades nunca llegó a su comunidad. Desesperada, llamó a su hermana Lizhka, que vive en Kissimmee y entre lágrimas le pidió albergue. 

“Por dos días comíamos galletas que nos regalaban los vecinos. Es demasiado fuerte lo que pasa en la Isla. Pero ahora aquí me siento segura y mis hijos no pasarán necesidad”, dijo la joven madre y quien señaló que se quedará a vivir en esta ciudad.

En ente distrito ya se han impartido instrucciones generales relacionadas con la masiva inmigración que se anticipa. “Nos han avisado y, de hecho, hoy uno de mis estudiantes me contó que pronto vienen otros niños de su familia desde Puerto Rico”, comentó Clarissa Ponce, maestra del programa bilingüe de la escuela Boogy Creek.

“Quiero que cuando lleguen se sientan como si estuvieran en su casa. Claro, el reto será que se se sentirán perdidos y habrá que ver cómo se llenan las brechas académicas, pero queremos que no sientan tan duro el golpe del cambio y que los maestros aquí los vamos a apoyar”, comentó la educadora.