CHICAGO — Una ley que entró en vigencia el domingo en el estado de Illinois busca aprovechar la confianza entre estilistas de peinado y sus clientas para prevenir la violencia de género.

Estilistas, barberos, cosmetólogos y otros empleados de salones de belleza en Illinois recibirán una hora de entrenamiento de prevención de abuso doméstico como parte del proceso de licencia. La ley no requiere que los empleados reporten violencia y los protege de responsabilidad.

El entrenamiento provee a los profesionales de belleza información sobre recursos locales de ayuda y otros que pueden compartir con sus clientas. La medida parece ser la primera de su tipo en Estados Unidos, de acuerdo con la National Conference of State Legislatures (Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales).

Los estilistas están en buena posición para notar indicios de abuso, dijo Vi Nelson, portavoz del grupo Cosmetólogas Chicago.

Los abusadores "tienden a encontrar lugares (en el cuerpo) que podrían ser resultado de un accidente o no ser tan visibles", dijo Nelson. "Pudieran golpearlas en la parte trasera de la cabeza y dejan un moretón. El estilista te está tocando y puede ver cosas no visibles para el observador casual".

Clientes y estilistas a menudo desarrollan una relación de años, dijo Karen Gordon, dueña del salón de belleza J. Gordon Designs en Chicago.

"Tenemos relaciones muy cercanas con nuestras clientas, yo diría que amamos a nuestras clientas", dijo. "Uno conoce a esas personas en los altibajos de sus vidas. Cuando la gente viene a un ambiente seguro como un salón de belleza, tienda a hablar abiertamente".

El senador estatal Bill Cunningham respalda la ley, en parte, porque su esposa es una exestilista cuyas clientas a menudo compartieron con ella incidentes de violencia doméstica.

Ella "tenía dificultades para lidiar con esos asuntos cuando eran mencionados. No estaba segura de qué decirles a sus clientas", dijo Cunningham, que es demócrata.

Es por eso que la nueva ley fue redactada para conectar a víctimas con servicios, no para que las estilistas actúen como sicoterapeutas, dijo.

"El principal objetivo es conseguir para las víctimas de violencia doméstica la ayuda profesional que deseen", dijo. "Pudiera ser algo tan simple como proveer a las clientas un número telefónico. Pudiera, en casos más extremos, tratarse de poner a la clienta en contacto con un albergue".

El grupo de prevención de violencia doméstica Chicago Says No More dijo que hacer obligatorio el entrenamiento era necesario porque gestiones previas de entrenamiento no dieron frutos. La fundadora del grupo, Kristie Paskvan, dijo que los salones de belleza son un lugar ideal para proveer ayuda porque pueden ser más objetivos que familiares y amigos.

"Ellas escuchan y pueden decir: 'Si estás interesada, tengo información relevante''', dijo.