La televisora KCTV reportó el miércoles que Kara Swindle y sus dos hijos volaron de Oregon a Kansas City, Missouri, el martes en un avión de dicha aerolínea.

Cuando fueron a la sección de carga a recoger a su perro Irgo, un pastor alemán de 10 años, les entregaron un gran danés. Fue ahí cuando la familia supo que su mascota fue colocada en un avión rumbo a Japón, a donde se supone que debía viajar el gran danés. 

Representantes de la empresa en Japón pusieron a Irgo en un vuelo de regreso a Kansas City. Se desconoce cuándo iba a llegar a Estados Unidos. 

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Esta odisea se conoce después de que United reconoció que otro perro falleció después de que un sobrecargo lo obligó a viajar en un compartimiento superior en un vuelo de Houston a Nueva York.