MIAMI  — Con banderas de Estados Unidos y Cuba, así como gritos de "¡libertad, libertad!" y "¡Obama traidor!", manifestantes anticastristas se concentraron el sábado en un parque de Miami para expresar su repudio a las medidas de normalización de las relaciones bilaterales anunciadas por el presidente.

Los exiliados cubanos-estadounidenses y líderes opositores de la isla prometieron continuar luchando para impedir que el embargo comercial se suspenda y que se estrechen los lazos entre ambas naciones.

Algunos enfatizaron la unidad de la comunidad de exiliados y negaron la existencia de una división generacional, aunque la mayoría de los más de 200 manifestantes eran personas de edad avanzada. También había algunos puñados de jóvenes.

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Al menos dos prominentes líderes de la oposición de la isla estuvieron presentes: Berta Soler, de la organización opositora Damas de Blanco, y José Luis García Pérez "Antúnez", quien pasó 17 años encarcelado.

"Estamos bastante decepcionados porque el presidente (Barack) Obama piensa que de esta forma las relaciones van a favorecer al pueblo de Cuba. Se equivocó... es para que se incremente la maquinaria represiva de los Castro contra el pueblo de Cuba", expresó Soler desde un podio.

"La libertad depende de los cubanos. Tenemos que unirnos todos para que llegue la libertad. Abajo los Castro", manifestó, y fue fuertemente aplaudida y ovacionada.

La protesta se realizó en un día soleado en el Parque José Martí del vecindario de la Pequeña Habana, un enclave del exilio cubano. Fue organizada por el Directorio Democrático Cubano y la Asamblea de la Resistencia junto a más de 40 organizaciones del exilio y de la oposición dentro de la isla.

"Lo que ha hecho el presidente Obama entra en la definición (de infamia) y también se excedió", expresó el ex congresista republicano Lincoln Díaz Balart. "La peor infamia es el pretexto que usa. Dice que lo hace para ayudar al pueblo de Cuba... (pero las medidas) van a continuar llenando el bolsillo de los Castro".

Además de condenar dichas iniciativas de Obama, los manifestantes expresaron su respaldo a la democracia y a las actividades de la resistencia en la isla, así como su rechazo a la liberación de tres agentes cubanos que purgaban condenas en Estados Unidos, los cuales fueron intercambiados por el contratista estadounidense Alan Gross y un espía cubano que trabajaba para Washington y estaba encarcelado en Cuba.

Muchos de los presentes levantaban carteles que leían "Todos somos resistencia", "El mensaje de Obama a Castro: tomar rehenes estadounidenses funciona. Detengan a estadounidenses y obtendrán tres espías y una embajada", y "La injusticia reclama justicia", entre otros.

La protesta se llevó a cabo tres días después de los anuncios de Obama y, aunque fue organizada y convocada con anticipación, no fue la primera.

Inmediatamente después de que el presidente reveló las medidas que tienden a normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con la isla, numerosos exiliados cubanos salieron a expresar su disgusto espontáneamente.

"Vinimos a demostrarle al mundo y al presidente Obama que los derechos del pueblo cubano no se pueden vender", expresó a la AP María Eugenia Cosculluela, de 69 años, antes de que comenzara el acto. "El presidente los ha invalidado con una orden absurda y sin pedir nada a cambio", dijo refiriéndose a los derechos humanos.

Desde el estrado, García Pérez "Antunez" dijo que se sentía triste e instó a todos los cubanos, los que están en Miami y los que están en la isla, a unirse para lograr la democracia en su país.

"Es una traición, una deslealtad, una cobardía. Barack Obama se ha plegado a los asesinos", expresó García Pérez, y señaló que "ahora más que nunca" tiene la obligación de regresar a la isla.

"Barack Obama ha lanzado un mensaje a los hermanos de la resistencia que están solos... ha cometido una traición tan alta que es imperdonable", manifestó, tras indicar que ahora "los represores se sienten protegidos por Barack Obama".

Aunque en menor cantidad, también se expresaron públicamente algunos estadounidenses de origen cubano que respaldan una apertura con la isla.

Los cubano-estadounidenses están divididos casi en partes iguales en torno al respaldo al embargo norteamericano y los esfuerzos de Obama para normalizar las relaciones entre ambos países, de acuerdo con una encuesta publicada por los diarios The Miami Herald, El Nuevo Herald y Tampa Bay Times.

El sondeo, realizado por la consultora Bendixen & Amandi International entre 400 cubano-estadounidenses, muestra asimismo que también están divididos sobre si Obama debió de haber canjeado prisioneros con el gobierno socialista de Raúl Castro. Sin embargo, la mayoría de los consultados desaprueba la política exterior de Obama y su estrategia hacia Cuba, de acuerdo con el estudio.

De los cerca de 2 millones de cubanos que viven en Estados Unidos, la mayoría reside en el sur de la Florida y mantiene sus lazos con la isla.

Aunque se han registrado manifestaciones multitudinarias de la comunidad cubana en Miami, en los últimos años han sido más pequeñas y esporádicas.

Adolfo Jiménez, de 83 años, llegó temprano al parque para condenar a viva voz las medidas de Obama.

"Eso no es libertad, es esclavizar más al comunismo", consideró el anciano, que vive en Estados Unidos desde 1966.