Cuando Elliot Morales fue arrestado por matar a un hombre gay de un tiro a la cabeza después de burlarse de él en una calle de Manhattan, parecía el arquetipo del intolerante. La policía recuerda que reía a carcajadas al describir el crimen.

"Diagnóstico: está muerto, doctor", bromeó.

Pero en un juicio extraño que concluyó el jueves apareció un cuadro más complicado. Morales, que fue su propio abogado, reconoce que efectuó el disparo, pero que actuó en defensa propia y no puede ser culpable de un crimen agravado por el odio porque él mismo es bisexual. Su testigo principal fue una mujer transgénero que dijo haber sido su amante.

Morales está acusado de crimen agravado por el odio y posesión de un arma por la muerte de Mark Carson el 18 de mayo de 2013. El jurado iniciará sus deliberaciones el martes. De ser declarado culpable, enfrenta 30 años de prisión.

El hecho sucedió a pocas cuadras de la taberna Stonewall Inn, donde se produjeron los disturbios de 1969 que dieron lugar al movimiento por los derechos gay.

Carson, de 32 años, y su compañero Danny Robinson pasaban frente a una pizzería poco después de la medianoche cuando, según testigos, Morales insultó a los dos hombres y dijo que parecían "luchadores gay".

Los dos hombres reaccionaron y siguieron a Morales cuando dobló una esquina, dijeron los testigos. Morales sacó un revólver, le disparó a Carson a quemarropa y huyó. Fue arrestado momentos después.

El homicidio llegó a las primeras planas y tuvo mucha repercusión en parte porque hubo una serie de crímenes de odio a los gay a mediados de 2013.

Morales, quien purgó 11 años de prisión por robo a mano armada, rechazó cuatro abogados de oficio antes de optar por representarse a sí mismo en el juicio.

Eso dio lugar al espectáculo de Morales, el asesino, interrogando a Robinson, el sobreviviente enlutado.

Morales culpó a los dos hombres por provocar el conflicto que derivó en los disparos. Insinuó que deberían haber ignorado las burlas y haberse alejado. En lugar de ello, lo siguieron cuando dobló la esquina.

Morales también convocó como testigo a una mujer transgénero que recibió el seudónimo de Jane Smith y no mostró su rostro al jurado. Smith declaró que mantuvo una relación sexual prolongada con Morales y jamás lo escuchó hablar mal de los gays.

Al declarar, Morales dijo que había bebido mucho antes del incidente. Reconoció que había discutido con Carson y Robinson, pero negó haber usado términos ofensivos. Dijo que sacó su arma porque temía que Carson le disparase.

Carson estaba desarmado.