Los familiares de los policías que resultaron heridos de gravedad esta semana durante un operativo realizado en el residencial April Gardens I de Las Piedras, recibieron en medio de su angustia un bálsamo de esperanza con una visita muy especial.

Era poco más del mediodía de ayer cuando a las instalaciones del Centro Médico en Río Piedras, llegó José Rosario Santiago, uno de los agentes que casi pierde la vida al intervenir en un robo en Dorado.

En el incidente, ocurrido el 3 de junio, también resultó con lesiones serias la policía Valerie Ortiz Rivera.

José llegó en sillón de ruedas, una muestra de las huellas que le dejó la peor pesadilla que ha experimentado en su vida.

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A distancia fue reconocido por don Juan Mundo, padre del agente Julio Mundo, quien junto a su compañero de labores Geniel Amaro, permanece recluido en condición de cuidado en el hospital, luego que un sicario les disparara en múltiples ocasiones mientras realizaban una intervención antidrogas en el complejo de vivienda pública.

Un abrazo fue el primer gesto de solidaridad entre estos dos extraños que al final del encuentro intercambiaron palabras cargadas de emoción y esperanza.

“Siempre te di seguimiento a través de la prensa... verte levantado me llena de una emoción terrible”, dijo lloroso don Juan, quien planifica un junte entre José y su hijo, quien será operado hoy para detener un sangrado en uno de sus pulmones.

“Claro que sí me gustaría verlo... para mí era emotivo ver a mis compañeros policías apoyándome”, respondió el joven agente.

Igual de afectivo fue el acercamiento de José con los parientes de Amaro, quienes agradecieron las palabras de aliento que el policía de 24 años les expresó en medio de la incertidumbre al no conocerse sobre alguna mejoría con su pariente.

“Los sucesos de los compañeros me traen muchos recuerdos y por eso vine a apoyarlos. Yo sé que ustedes como familiares necesitan respaldo y quiero que sepan que estamos orando por ellos... sé que las oraciones los levantarán como lo hicieron con Valerie y conmigo”, les destacó el agente quien fue baleado por malhechores en el cuello, cabeza y pierna.

El grupo de familiares acertaban con la cabeza, mientras José les hablaba y al final agradecieron el gesto de bondad.

“Tus palabras nos hacen mucho bien y nos dan ánimo... gracias por venir”, se le escuchó responder a una prima de Amaro, quien permanece entubado luego que el impacto de bala que recibió en el cuello afectara su oxigenación y el flujo de sangre que debe llegar a su cerebro.

Los parientes del hombre de 35 años y vecino de Juncos, declinaron ayer hacer comentarios a la prensa.

“No vamos a hablar... pedimos espacio”, fueron las palabras pronunciadas y cargadas de angustia y dolor por una de sus hermanas.

Círculo de oración

Durante el día se llevaron a cabo varios círculos de oración a favor de la salud de los agentes convalecientes.

El primero de los clamores se efectuó al mediodía cuando un grupo de visitantes que aguardaban en la zona de espera del área de trauma unieron sus manos para elevar una plegaria por la recuperación de los policías.

Posteriormente, a las 7:00 de la noche, se llevó a cabo otro acto ecuménico en el redondel del centro hospitalario.

El pasado miércoles, la jueza Yumayra Serrano encontró causa para arresto contra William Vázquez Tirado, el hombre que admitió, según la Policía, haber disparado contra Amaro, Mundo y otros agentes durante la intervención en Las Piedras.

Al hombre le sometieron cinco cargos de tentativa de asesinato, entre otros delitos, y se le impuso una fianza de $6 millones que no prestó, por lo que fue ingresado a la cárcel de Bayamón.