El Senado dio aprobación inicial el miércoles a un paquete de rescate financiero para Puerto Rico, apenas dos días antes de que la isla incumpla con un pago de $2,000 millones de dólares.

La propuesta, que cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, contempla la creación de una junta que supervise las finanzas de la isla y dirija las gestiones hacia una reestructuración parcial de la deuda. La votación fue de 68 a favor y 32 en contra, con lo que la medida avanza ahora al Senado en pleno.

Los dirigentes de ambos partidos habían presionado a sus bancadas para que aprobaran la medida, al afirmar que era necesaria para evitar un caos financiero y humanitario en la isla. Se anticipa se apruebe definitivamente el miércoles o jueves.

"Debemos actuar ahora a fin de evitar que la situación empeore", declaró el líder de la mayoría republicana en Senado, Mitch McConnell.

Puerto Rico sufre de una recesión desde hace más de una década y tiene una deuda de $70,000 millones. La propuesta también exigiría al territorio crear un plan fiscal y financiar las pensiones públicas, que se encuentran en déficit de más de $40,000 millones . El pago de $2,000 millones de dólares a acreedores debe hacerse para el primero de julio.

El secretario del Tesoro, Jacob Lew, fue el martes al Congreso a fin de persuadir a algunos demócratas que se quejaban que la junta supervisora tendría una autoridad excesiva. Los demócratas también se opusieron a una cláusula según la cual el gobierno de la isla podrá reducirle el salario a algunos trabajadores jóvenes.

Lew exhortó a los legisladores el miércoles a que aprueben la propuesta, aunque admitió que no es perfecta.

"El hecho de que esto funciona y que le da a Puerto Rico la capacidad de avanzar es razón suficiente para aprobar esto en un período de tiempo corto, de manera de poder evitar que la isla caiga en el caos", declaró Lew.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que votaría a favor de la propuesta y exhortó a sus colegas a aprobarla, pero criticó a McConnell por no permitir enmiendas. La Cámara de Representantes está en receso hasta el 5 de julio, por lo que el Senado tendrá que aprobar la propuesta para que pueda llegar al escritorio del presidente antes de plazo del viernes.

A continuación, algunos puntos del proyecto de ley:

JUNTA DE CONTROL: Una junta de siete integrantes nombrados por el Congreso y el presidente ayudará a Puerto Rico a poner en orden sus finanzas, similar al organismo que ayudó al Distrito de Columbia a atravesar su crisis fiscal hace dos décadas. El gobierno del territorio estadounidense tendría que crear un plan fiscal y presentar presupuestas a la junta. En algunos casos, la junta podría desautorizar al gobierno puertorriqueño.

PLANES FISCALES: La junta y el gobierno puertorriqueño desarrollarían planes encaminados a alcanzar la responsabilidad fiscal y, en un momento dado, acceso a los mercados. El plan buscaría financiar los servicios públicos de la isla y mejorar la rendición de cuentas. A través de planes fiscales, la junta tendría que idear cómo mantener los derechos de los acreedores y también compensar los déficit de las pensiones. La isla ha dejado de aportar más de $40,000 millones al fondo público de jubilaciones.

REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA: Al igual que los demás estados y territorios de Estados Unidos, Puerto Rico no puede acogerse a la ley federal de bancarrota. Las municipalidades y empresas de servicios públicos que están en el territorio continental sí pueden declararse en quiebra, pero no así las que están en la isla. La iniciativa de ley no dará plena autoridad a la isla para declararse en quiebra, pero da a la junta de control autoridad supervisora sobre negociaciones con acreedores y las cortes para reducir parte de la deuda.

SALARIO MÍNIMO: Se le autorizaría a Puerto Rico reducir temporalmente los requerimientos del salario mínimo federal para algunos empleados jóvenes, pero esa autorización perdería vigencia una vez que concluya la supervisión de la junta.