La campaña electoral cambió la cotidianidad del hogar de los Bernier-Fuentes, tanto que Miranda, la más chica de la familia, es la que lleva el conteo regresivo del día de las elecciones, que es mañana. 

“Buenos días pueblo de Puerto Rico, soy Miranda Bernier, la hija de David Bernier”, dice con su natural picardía Miranda trepada en un banco en el Parque Luis Muñoz Rivera, en San Juan. De pronto, su hermano Adrián la mira, corre y se sube a uno de los frondosos árboles del parque.

En medio del agite de la campaña proselitista, tanto Bernier como su esposa, Alexandra Fuentes tratan de hacer espacio para “tongonear” a los niños. También los preparan para que mañana, Miranda, de cinco años y Adrián, de 8 años, puedan manejar el resultado de la elección.

“Si Papi gana, ganó; y si Papi pierde, perdió. Y si le ponen una equis en el nombre de Papito, mejor”,  manifestó Miranda, quien se desenvuelve con gracia frente a las cámaras y cuyos vídeos en las redes sociales se han tornado virales.

Después de votar, el candidato a gobernador del Partido Popular Democrático (PPD) y su esposa permanecerán en su residencia en Guaynabo aguardando los resultados con familiares y allegados.

“Las emociones van a estar a flor de piel. En el caso mío puede ser que me coma una que otra uña, es un viejo mal mío”, exclamó Fuentes  entre risas. 

“Seguramente entrarán los vecinos para estar pendiente de todo. Mi casa es como el  centro de la urbanización. Todos están muy pendiente de este proceso y es bien interesante porque nuestros vecinos inmediatos son estadistas y los  del frente también, pero reconociendo  el tipo de servidor que siempre ha sido y sabiendo cómo somos nosotros como familia, han decidido por encima de la ideología política, darnos un voto de confianza. Y nosotros nos sentimos muy felices con eso”, contó la animadora de televisión.

Aunque la dinámica familiar ha cambiado por la intensidad de la campaña, Bernier asegura que el café negro cola’o que comparte bien temprano con su esposa, se mantiene inalterado.

“Hemos tenido que hacer muchos sacrificios económicos, personales, de pareja. Estoy loca por irme con David un viernes pa’ la Placita (de Santurce) a sentarnos allí a comernos un mofongo y un pescaito o irnos a una obra de teatro, a algún festival o a un chinchorreo”, apuntó Fuentes.

“Yo tenía deseos de hacer esta pausa en mi trabajo y ayudar a David... Hay lágrimas en el proceso, hay frustraciones, alegrías, abrazos. A mí me han recibido con patitas de cerdo. Llego a casa con chinas, arroz con dulce. El otro día llegué con pasteles de arroz, y  corned beef y toda la cosa. Uno se siente bien”, contó la presentadora.