El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) supuestamente ha puesto en riesgo el desarrollo agrícola en tierras contiguas al Caño Tiburones y la vida de los residente del área urbana de Barceloneta por mantener por años un manejo inadecuado del sistema de bombas de esta reserva natural, denunciaron este jueves la secretaria de Agricultura, Myrna Comas Pagán; el director de la Autoridad de Tierras, Salvador Ramírez Cardona, así como agrónomos de la zona. 

El grupo mostró preocupación porque la alegada dejadez de la agencia propició que ambientalistas de la zona de Arecibo y Barceloneta iniciaran un pleito legal para exigir que se amplíe la zona designada como una reserva natural de 4,255 a unas 7,000 cuerdas. Esto provocaría que la actividad agrícola que aún queda en la zona tenga que ser suspendida, pues así lo dispone la ley creada para la protección de las reservas naturales.

En conferencia de prensa realizada en la sede del Colegio de Agrónomos, Ramírez Cardona dijo que “en el 1988, la Autoridad de Tierras y el DRNA firmaron acuerdo para la protección y manejo del Caño Tiburones. En este acuerdo, el DRNA asume el deber ministerial para a la protección de la reserva, incluyendo el manejo de las bombas, que es la que mantiene niveles (de agua) adecuados del Caño. Esta situación no es de ahora, durante todo ese tiempo, no ha habido un manejo adecuado de las bombas que mantienen los niveles de las aguas. Esto ha provocado que al día de hoy se han perdido 2,000 cuerdas de terrenos adicionales a las que ya se han designado (como reserva)”. 

El presidente de la Comisión cameral de Agricultura, César Hernández Alfonzo, por su parte, expuso que al presente ninguna de las tres bombas que maneja el DRNA en la comunidad El Vigía, en Arecibo, funciona. Esta situación ha resultado en que “los terrenos que se están inundando por falta de drenaje”. 

Mientras, la Secretaria de Agricultura sostuvo que parte de las tierras afectadas por estas inundaciones son utilizadas por 34 agricultores para la producción de pasto, así como para ganadería, cultivo de plantas ornamentales, producción de frutos menores y para el cultivo hidropónico. 

Comas destacó que en la zona se encuentra “la vaquería más grande que tiene Puerto Rico”, con 700 vacas lecheras, propiedad del ganadero Tony López. Por el momento, la instalación no se ha impactado con la pérdida de tierras, pero hay preocupación latente.

La funcionaria, sin embargo, señaló que otra vaquería de la zona ya está impactada por la pérdida de tierras que produce la inundación del Caño Tiburones. Esa instalación genera una cuota anual de 44,500 cuartillos de leche. Detalló que esa vauería tiene una inversión estimada en riesgo de $8 millones e ingresos en venta de leche en riesgo por $1 millón.

“Hay una urgencia de que (esas bombas) las pongan a funcionar”, planteó Comas Pagán, al indicar que supuestamente el DRNA le ha planteado un problema de disponibilidad de fondos para poner operar el sistema de bombas en el Caño Tiburones. 

Además de los problemas que genera a la agricultura, la inundación pone en peligro a los residentes y la actividad económica del área urbana de Barceloneta. 

El representante Hernández Alfonzo sostuvo que el Cuerpo de Ingenieros ha advertido que el sistema de diques que se construyó para proteger esa zona urbana en casos de inundaciones no tomó en cuenta el hecho de que el Caño Tiburones ganara terreno del municipio de Barceloneta. 

“En caso de huracán o lluvia fuerte se pone en riesgo el casco urbano de Barceloneta”, advirtió.

La alcaldesa Wanda Soler Rosario, por su parte, también culpó al DRNA por poner en riesgo la vida y economía de su ciudad.

Este diario solicitó una reacción del DRNA sobre la denuncia hecha por funcionarios, agrónomos y otras personas, pero de inmediato no ha habido respuesta. 

Para solucionar los problemas que se enfrentan, los directivos de Agricultura y la Autoridad de Tierras, el representante, la alcaldesa de Barceloneta y los agricultores, urgieron al DRNA que tome acción para poner a funcionar el sistema de bombeo. 

Mientras, reclamaron que el área sea designada como una reserva agrícola. Subrayaron que urge mantener la actividad agrícola actual en la zona. 

Los agricultores del área y el Municipio de Barceloneta han solicitado ser parte de la demanda incoada por la Sociedad Ornitológica de Puerto Rico, la Sociedad del Karso y otros grupos ambientalistas para oponerse a que se aumente la cantidad de tierra designada como reserva natural del Caño Tiburones y el caso está pendiente de dilucidarse en el tribunal. 

“Me opongo a la expansión de los límites, pues todos los residentes de Barceloneta se verían afectados si esto es aprobado. Barceloneta se convertiría en el segundo New Orleans, pues la expansión del humedal afectaría el sistema de drenajes del dique que proteger al pueblo de las inundaciones causadas por el Río Grande de Manatí”, agregó la alcaldesa Soler Rosario.