Alejandro, la gente te está llevando, sí, sí, a Fortaleza.

A ritmo de plena y con cabezudos, arribó en la tarde de ayer a La Fortaleza el gobernador, Alejandro García Padilla, en una colorida caminata matizada por elementos puertorriqueñistas.

Luego de juramentar como el décimo gobernador de Puerto Rico en una ceremonia protocolar en el Capitolio, un emocionado García Padilla en camisa de mangas largas, acompañado de la primera dama, Wilma Pastrana, partió caminando desde la avenida Constitución hasta la calle Fortaleza en el casco histórico de San Juan. En el camino se les unió la alcaldesa electa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.

Tiras de confeti rojo y blanco marcaron la llegada del gobernador, su esposa y sus tres hijos, Ana Patricia, Juan Pablo y Diego Alejandro, a los portones del Palacio de Santa Catalina a las 3:30 de la tarde.

Desde los balcones de la Mansión Ejecutiva, la primera familia, acompañada por la madre del gobernador, doña María de los Ángeles Padilla, saludó al pueblo.

García Padilla enarboló una monoestrellada mientras un grupo de trovadores improvisaban décimas con el pie forzado: “La Fortaleza es la gente”.

“Es emocionante. Aquí hay gente de todo Puerto Rico y también he podido saludar gente de todos los partidos. Es importante que ese llamado a la convergencia y a la solidaridad se dé”, dijo el primer ejecutivo.

Cientos de personas, algunas eran conocidas y amigos de infancia de García Padilla, se arremolinaron en el trayecto para felicitarlo. “Tito”, le gritaban algunos, como lo conocen en su natal pueblo, Coamo. Algunas mujeres lo abrazaban y lo besaban. Otras querían tocarlo.

En el tumulto, muchos con celular en mano trataban de retratar al primer ejecutivo y otros intentaban fotografiarse con él. Otros admiraban a la primera dama.

La clase graduanda del Colegio Valvanera, donde estudió García Padilla en Coamo, lo sorprendió en la caminata y el grupo de estudiantes y maestros entonaron con él el himno de la escuela.

En el recorrido, García Padilla hizo dos emotivas paradas, en el Ateneo Puertorriqueño y en la Casa Olímpica.

El presidente del Ateneo, Eudardo Morales Coll, le obsequió una colección del Boletín Histórico de Puerto Rico.

García Padilla indicó que el Ateneo no ha sido vencido por “aquellos que quieren menospreciar” la puertorriqueñidad. “Somos un país y lo vamos a hacer florecer nuevamente”, dijo el gobernador.

En la Casa Olímpica lo recibió la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico, Sara Rosario, con una delegación de atletas, entre ellos los medallistas olímpicos Javier Culson y Jaime Espinal.

“Cuando esa bandera sale en las competencias, los puertorriqueños nos sentimos unidos... no pensamos en lo que nos divide, y eso es lo que tenemos que pensar para unirnos, para vencer el crimen, para brincar la valla del desempleo”, dijo García Padilla.

“Nos levantamos tempranito para celebrar con nuestro gobernador”, dijo Luz Minerva Ortiz, residente de Bayamón.

“Yo quería retratarme con él. Es uno de los gobernadores más jóvenes y me parece interesante”, indicó Ian Paul, un estudiante de décimo grado de Cataño, quien lucía una bandana roja con letras blancas que decían: “Alejandro gobernador”.

Juan Adames y su esposa viajaron desde San Sebastián. “Vinimos a felicitarlos y desearles muchas bendiciones”, sostuvo Adames.

“Yo lo que quiero es bailar con él”, exclamó una residente de Orocovis cuando el gobernador se detuvo en la esquina de la calle Cruz, donde amenizaba el grupo Paracumbé.

Poco antes, en el callejón de la capilla, tocaba el grupo Plena Libre y García Padilla agarró un pandero y marcó la clave con sus manos.

En la plaza Colón, frente al Teatro Tapia, el grupo NG2 aderezó con salsa a los asistentes que llenaron la calle a capacidad.

“Aquí vemos a todo un pueblo. Hay gente de punta a punta. Estamos sumamente agradecidos y tomamos esta encomienda con mucha seriedad y humildad”, dijo la primera dama. Mientras se acercaban por la calle Fortaleza, algunos de los residentes los saludaban desde los apartamentos y les tomaban fotografías.

Al mediodía, García Padilla fue juramentado al cargo por el juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton, en una concurrida ceremonia en la explanada norte del Capitolio.

El público llenó todos los asientos y los espacios verdes hasta la llamada “Lomita de los Vientos”. Algunos portaban banderas de la Isla y otros, vestidos con atuendos rojos, llevaban banderas de la Pava.

El arzobispo de la Iglesia Católica, monseñor Roberto González Nieves, y el pastor general de la Iglesia Discípulos de Cristo, Esteban González Doble, tuvieron a su cargo las invocaciones del acto.

En su mensaje inaugural, el gobernador hizo un llamado a la convergencia “de todos los sectores” para enfrentar los problemas de Puerto Rico que definió como “una tarea complicada pero posible; difícil pero imprescindible”.

“Hoy con el mar, la tierra y el cielo puertorriqueños como testigos, frente a ustedes que representan al pueblo de Puerto Rico extendido por todo el mundo, y ante la mirada benigna de Dios, convoco a la grandeza del país. La que reside en todos los puertorriqueños y puertorriqueñas de buena voluntad”, dijo.

Sostuvo que asumía las riendas del país “con plena conciencia de la dimensión de los problemas que nos aquejan, pero con convencimiento igualmente pleno de que nuestra voluntad de pueblo es más grande que cualquier crisis y cualquier problema”.

Rechazó que los problemas de Puerto Rico sean una enfermedad y que su cura sea una medicina como dijo en una ocasión su predecesor, Luis Fortuño, quien lo escuchaba en el templete. Antes de que comenzara el acto protocolar, Fortuño dijo que se sentía liberado. “Estoy sin BlackBerry... solté el grillete”, indicó a preguntas de la prensa.

Durante la ceremonia, la canción Preciosa, interpretada por el joven coameño Juan Vélez hizo que muchos se pusieran de pie para entonar la estrofa “Yo te quiero, Puerto Rico”.

“Me emocioné, me puse triste y contenta. Le di gracias a Dios... El país está en las mejores manos. Yo le he dado a Puerto Rico oro”, expresó la madre del gobernador, María de los Ángeles.

Ana Patricia, quien presentó a su papá al dar el discurso, dijo que se sentía “un poco tímida, pero lo hice”.

Una de las hermanas del gobernador, Marisel García Padilla, dijo que el trabajo es duro, pero “Alejandro puede”. Añadió que “Alejandro siempre fue grande, está donde tiene que estar”.

Marco Rivera, sacerdote y consejero espiritual de García Padilla, lo describió como un hombre sensible, humilde y generoso. Rivera dijo que lo conoció hace seis años en el canal 13. “ Él iba por un pasillo y me pidió que lo confesara allí en la estación”, contó.

¿Le dará consejos, ahora como gobernador?

Como guía espiritual uno da consejos, pero no le dice lo que tiene que hacer.

En la ceremonia, la más aplaudida fue la alcaldesa electa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y el gran ausente fue el compañero de papeleta de García Padilla para comisionado residente en Washington, Rafael Cox Alomar.

El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, quien encabezaba la lista de dignatarios, se reunió con García Padilla en la presidencia del Senado antes de que comenzara el acto protocolar.

Entre los invitados también estaban los congresistas Luis Gutiérrez y Nydia Velázquez, y los ex gobernadores Aníbal Acevedo Vilá, Sila M. Calderón, Rafael Hernández Colón y Carlos Romero Barceló.

Durante el acto protocolar también hubo abucheos hacia Fortuño, el comisionado residente Pedro Pierluisi; y el alcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill. También asistió el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges.

“Fue un mensaje vacío y muy antiamericano, no abiertamente, pero antiamericano”, dijo Romero Barceló.

Se espera que García Padilla emita hoy sus primeras órdenes ejecutivas y que en los próximos días convoque a la Legislatura a una sesión extraordinaria para considerar, entre otras cosas, la reforma legislativa, que fue uno de sus compromisos de campaña.

La familia García Padilla no pernoctaría anoche en La Fortaleza, dijo el oficial de prensa, Jesús Manuel Ortiz.

“Todavía no he mudado nada. Nos entregaron (la casa) ayer (el martes)”, indicó la primera dama.