El secretario de Asuntos del Consumidor, Nery Adames, anunció hoy, viernes, que desde el 11 de marzo, cuatro días antes de la puesta en vigor del nuevo impuesto al petróleo crudo, 30 de sus inspectores estarán verificando que los detallistas no estén cobrando la llamada “crudita” por gasolina que no aún no haya pagado el impuesto.

El plan, según explicó Adames durante una conferencia de prensa en una gasolinera Shell de San Juan, se ejecutará en 300 gasolineras seleccionadas al azar y se extenderá hasta pasados cuatro días después del 15 de marzo, cuando debe implementarse la nueva ley.

“Vamos a mirar los precios que dicen los detallistas de la gasolina. Se les va a exigir la factura los días antes de que se imponga el arbitrio y vamos a comparar en días muy próximos, que no vamos a revelar, cuál ha sido el precio que ponen al consumidor y cuál es el precio al que compraron a los mayoristas y surge de sus facturas”, explicó Adames.

Aquellos que hayan inflado el precio del combustible sin haber tenido que pagar el impuesto serán expuestos en la página del DACO para que los consumidores los puedan identificar.

 “Nos parece justo que ellos pasen el arbitrio cuando corresponda a los consumidores. No es justo que lo pasen antes de tiempo y lo vamos a reportar”, sentenció el secretario al explicar que no se debe pagar el impuesto mientras dure el inventario que se tenga antes del 15 de marzo.

Adames pronosticó que las gasolineras en el área metropolitana aumenten sus precios más rápido, pues sus tanques se vacían con más frecuencia.

 Estimó que la exposición a una publicidad negativa es el mejor disuasivo para las prácticas engañosas de algunos comerciantes.

Por otra parte, el secretario anunció que ya hay 13 inspectores de la División de Pesas y Medidas que verifican que los surtidores de gasolina en las distintas estaciones estén despachando el volumen por el que el consumidor ha pagado.

Indicó que ya han sido evaluados 991 surtidores y 173 han sido rechazados, por lo que no se podrán utilizar hasta que sean reparados y autorizados por los inspectores de DACO.

Es un proceso que, de acuerdo con el titular, se realiza cada dos o tres años, pero que se ha adelantado en muchos casos en el contexto de la implementación de la crudita.

Se estima que en Puerto Rico operan 1,000 estaciones de gasolina, entre las que se distribuyen unos 8,000 surtidores.