El alcalde de Cabo Rojo, Roberto Ramírez Kurtz, anunció hoy que no renovará los contratos de los empleados transitorios del municipio debido a que no hay dinero ni para pagar la nómina de febrero próximo, dado el déficit presupuestario que tiene el ayuntamiento, que sobrepasa los cuatro millones de dólares.

“Ante la escasez de recursos económicos provocada por los déficits millonarios acumulados durante los pasados cinco años, me veo impedido de renovar los contratos de trabajo que expiran hoy, 18 de enero de 2013, a los trabajadores transitorios”, explicó Ramírez Kurtz a los 735 empleados dejados por la pasada administración, en la reunión celebrada en la casa alcaldía.

El mandatario municipal explicó que, a pesar de que los contratos de los empleados transitorios expiraban el 31 de diciembre de 2012, la exalcaldesa Perza Rodríguez se negó a firmar con 30 días de antelación la notificación sobre la terminación de sus contratos, tal y como se dispone en los reglamentos y según se reveló en las vistas de transición municipales.

“La directora de Recursos Humanos reveló, además, que el municipio de Cabo Rojo no había cumplido con todos los requisitos de ley al momento de nombrar personal nuevo ya que, entre otras cosas, no estaban realizando pruebas de dopaje antidrogas para los nuevos empleados”, añadió Ramírez Kurtz en declaraciones escritas.

Durante las vistas de transición, el director de finanzas saliente, Juan Carlos Padilla, informó que Cabo Rojo no contaba con el dinero necesario en caja para cubrir gastos de nómina, pagar excesos por días de enfermedad ni vacaciones acumuladas.

“La falta de dinero se debe, a que la exalcaldesa incurrió en graves irregularidades fiscales que han provocado millonarios déficit presupuestarios que la obligaron a usar ilegalmente las asignaciones legislativas destinadas para proyectos específicos, en el pago de nóminas y otros gastos operacionales del municipio. Por tan nefasta práctica, el municipio le adeuda más de dos millones de dólares al Fondo de Resoluciones Conjuntas, creándose un cuarto déficit”, indicó el alcalde.

Ramírez Kurtz informó que el director de finanzas saliente reconoció que el municipio tenía un déficit operacional de $1,685,087 para 2010 y de más de cuatro millones para 2011, que fueron cubiertos con un préstamo del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).

El tercer déficit de más de 4.5 millones de dólares se observó en el cierre del año fiscal del 2012.

En diciembre, la exalcaldesa de Cabo Rojo negó las imputaciones del nuevo incumbente al declarar que su administración terminó con superávits durante los cuatro años que estuvo al mando y aseguró que las nóminas de enero y febrero estaban presupuestadas.