El cargamento del pesticida Naled, traído a Puerto Rico por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), fue encontrado hoy por la tarde en el muelle de la compañía Crowley en San Juan, informó La Fortaleza.

Lo que sí se corroboró fue que el larvicida Bacillus thuringiensis israelensis (Bti), hallado el miércoles en un hangar del aeropuerto de Isla Grande, fue transportado por un contratista del CDC a través de la aerolínea Amerijet, dijo Jennifer Hernández, portavoz de prensa de La Fortaleza a Primera Hora.

Ante la negativa del CDC de brindar la información sobre el transporte del Naled y el Bti, el gobierno de Puerto Rico acudió con un recurso de interdicto al Tribunal de Carolina. 

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El secretario de Justicia, César Miranda, en representación de la secretaria de Agricultura, Myrna Comas, solicitó que se le ordene a la aerolínea mostrarle a las autoridades locales toda la documentación relacionada a la transportación del Bti.

Horas antes de este trámite, el gobernador Alejandro García Padilla aseguró que se enteró por la prensa de la llegada del Naled al país, acto que calificó como una “falta de respeto” del CDC, al que acusó de rehusarse a contestar sus requerimientos de información.

“Es violatorio de leyes nuestras, no sé si de leyes federales, porque se están transportando químicos sin la debida autorización”, indicó el mandatario en rueda de prensa en Cabo Rojo.

García Padilla mencionó que todavía no ha decidido si autorizará la aspersión con Naled en la Isla, como una medida para reducir la población del mosquito Aedes Aegypti que transmite el virus del zika, porque el CDC no le ha contestado todas sus interrogantes.

“No han podido constatar si la EPA está reevaluando el Naled para sacarlo del mercado. Si es así, yo no voy a usarlo hasta que no me contesten. La EPA me ha dicho que lo utilice, que es lo correcto, pero esa es una de las dudas que no han respondido”, explicó.

Además, destacó que la acción del CDC abona al clima de desconfianza respecto a la idoneidad del uso del Naled.

“La acción crea dudas adicionales sobre la conveniencia del proceder de utilizarlo, porque si lo pudiste hacer bien y lo hiciste mal, ¿qué ocultas?”, cuestionó.

“Si esto es lo correcto yo lo autorizaría, pero me tienen que convencer”, afirmó.

No obstante lo planteado, García Padilla fue enfático en que busca un “balance” de opciones porque le preocupa el nacimiento de bebés con microcefalia, asociado al zika en las mujeres embarazadas.

“Yo voy a tomar la decisión protegiendo la salud del pueblo y que me ayude a lograr que nazca la menor cantidad de niños con defectos congénitos, incluyendo microcefalia”, expuso.