“Hoy regreso a mi casa, a la alcaldía… Sin agendas personales. Sin ninguna animosidad… Los tiempos de presiones indebidas quedaron en el pasado”.

Durante su discurso de alrededor de 21 minutos y luego de que fuera juramentado por su esposa y juez superior Liza Fernández, nunca mencionó a O’Neill. Fue el gran ausente. Incluso, cuando habló de los exalcaldes de Guaynabo que admiraba y le inspiraban, solo nombró a Santos Rivera Pérez y Alejandro “Junior” Cruz. 

El nuevo alcalde, que tiene ante sí la administración de un presupuesto de alrededor de $174 millones y que aseguró que auditará las finanzas del ayuntamiento, expuso que promoverá el cambio verdadero, “lo haré de frente, con puertas abiertas… juntos construiremos un nuevo Guaynabo”. 

Relacionadas

Sobre la mujer, dijo que esta “constituye un pilar en nuestra sociedad” y que tendrá un “aliado incondicional” en él para apoyarlas con programas municipales. 

Indicó que la transparencia “será la regla y no la excepción” y que nada quedará oculto. Dijo que el que actuó correcto, no tiene nada de que preocuparse, pero el que no actuó conforme a ley, que “sepa que en esta nueva administración no hay espacio para la impunidad”.

De hecho, las palabras del pastor de Pérez, Syndey Stair de House of Workship, durante la invocación subrayaban, desde el ámbito espiritual, que donde había odio, nazca el amor, y donde existió “miedo e intimidación”, “paz y libertad”. También expuso que “rechazamos y repudiamos todo altar que fuera proclamado a un dios que no seas tú (Dios)” y pidió que fuera rodeado de las “personas correctas” y que nunca “tengan que bajar sus cabezas  en vergüenza”.

Otro ausente fue el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, de quien se dijo que estaba fuera del país; al mencionar su nombre, el público lo abucheó. Sí asistió su contrincante en la primaria por la alcaldía, el senador Carmelo Ríos, quien se unió a Pérez con un apretón de manos, que luego alzaron, al finalizar Pérez su discurso inaugural. 

Antes de su mensaje, el gobernador Ricardo Rosselló emitió el suyo en el que dijo que hablaría de corazón y que arrancó con la frase: “Hay una vibra diferente en Guaynabo”, una vibra de esperanza y de nuevo comienzo. Se refirió a Pérez como un “gran amigo” suyo.  “Hoy a Guaynabo le llegó su Ángel… campeón… Un mejor Guaynabo será posible”, dijo el gobernador.

La comisionada residente Jennifer González, quien lo consideró la mejor persona para dirigir los destinos del pueblo -lo que provocó una sonrisa de Ríos quien estaba sentado en la tarima-, también le aseguró que “tendrá esta gordita que está aquí” para ayudarlo para hacer las cosas con transparencia, devolviendo a la ciudad la confianza y la honestidad. 

A la actividad asistieron alcaldes, jueces, legisladores, incluso de la minoría popular, y otros invitados qu incluyeron al exgobernador Pedro Rosselló y su esposa Maga Nevares, que llenaron a capacidad los alrededores de la Casa Alcaldía. 

Para Pérez, la alcaldía no es una casa nueva, ya que ha trabajado en el área en Recursos Humanos y de Presupuesto del ayuntamiento. Pérez, quien tiene un bachillerato en Administración de Empresas, con una concentración en Contabilidad, fue miembro de la Cámara de Representantes, donde llegó a presidir la Comisión de Presupuesto.