Este día feriado debe ser uno que impulse a  los boricuas a actuar y exigir que se resuelva la relación política con Estados Unidos.

Y es que mientras los miembros del Partido Popular Democrático (PPD) se encargarán hoy de conmemorar la creación del Estado Libre Asociado (ELA), son muchos los que se cuestionan si se trata de un status político que pueda seguir vigente.

Las decisiones recientes del Congreso y del Tribunal Supremo de los Estados Unidos son claras en que no existe la soberanía que reclamaban los partidarios de esta fórmula hace 64 años. 

Para Ignacio Rivera, analista político estadista, en este momento histórico es inevitable llegar a la conclusión que el ELA nunca existió y fue una broma de mal gusto en los Estados Unidos en tiempos de la guerra fría.

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“El único sendero ante nosotros es buscar una resolución permanente a nuestro status colonial, ya sea independencia, estadidad o un estado de soberanía plena, como es el caso de Canadá con Inglaterra, eso no se puede descartar. Todo en la vida es posible, pero todo depende de qué le interesa a Estados Unidos”, declaró.

Según Rivera, llamar a la efmérides una “celebración”, sería equivalente a una expresión de “ignorancia ante la realidad”.

“Con los hechos recientes... es absolutamente evidente que Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos bajo el absoluto control del Congreso... y en la próxima década me parece que los Estados Unidos va a disponer de nosotros de una forma tal vez drástica que sería la independencia, aunque lo correcto, sería que la solución partiera de los puertorriqueños”, indicó el también abogado.

Por su parte, Julio Muriente profesor universitario y propulsor de la  independencia para la Isla, señaló que hoy es un día para denunciar y enfatizar que nuestra relación de dominados no comenzó con la creación del ELA, sino con la invasión de las tropas estadounidenses en el 1898.

“No  olvidemos que la creación  del ELA un 25 de julio se dio con toda la perversión de inventar una fantasía que la relación de Puerto Rico con Estados Unidos se iniciaba como un proyecto entre asociados... eligieron la misma fecha para tratar de borrar de la memoria colectiva la historia, la invasión que fue un hecho brutal, violento, que dejó muchos muertos, heridos y destrucción. A partir de entonces se dio todo lo demás” afirmó.

Dijo que el mejor ejemplo de la dominación sobre la Isla es la imposición de una Junta de Control Fiscal. 

Según Muriente, hay que actuar de la misma forma que se logró detener los bombardeos de la Marina en Vieques y más reciente con el rechazo amplio a la aspersión aérea con químicos para combatir el zika.

De igual modo, hay que unirse y reclamar una solución.

“La situación precaria del ELA no genera cambio. El reto es elevar a la conciencia de todos la necesidad de cambiar esa situación sin esperar por Washington”, afirmó el profesor universitario.

Por otro lado, el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá afirmó que al momento de su creación el ELA representó la “aspiración de pueblo puertorriqueño” que buscaba preservar su historia, su cultura, su identidad y su nacionalidad y, al mismo tiempo, tener una relación digna con los Estados Unidos.

Sin embargo, a su juicio, es indudable que estamos en una especie de limbo en esa relación y hay que buscar la manera de salir del estancamiento.

“Lo que hay es que lograr concretizar esas aspiraciones en un nuevo arreglo, desde mi perspectiva un ELA soberano- pero eso requerirá de presión y diálogo intenso con los Estados Unidos”, declaró.

Agregó  que los Estados Unidos tiene una gran responsabilidad de decirle la verdad a los boricuas, particularmente si la estadidad es una aspiración real, los cambios que conllevaría para la Isla a nivel económico y cultural; o si el pueblo pide la independencia de qué forma sería la transición.; en caso de un estado soberano o alguna otra libre asociación, si están dispuestos a que sea fuera de las cláusulas territoriales.

“Creo que los puetorriqueños tenemos que exigirle a los Estados Unidos, presionar y utilizar la comunidad internacional para lograr dos cosas: que deje de tener poderes plenarios sobre Puerto Rico... y que nos digan cuáles son las opciones reales que ellos están dispuestos a aceptar. Eso nos va a tomar tiempo porque ni ellos mismos saben qué quieren hacer con Puerto Rico”, concluyó.