El secretario del Partido Nuevo Progresista, el representante José Aponte, quiere que se investigue si en medio de la crisis fiscal  en que sobrevive el gobierno de la Isla es necesaria una oficina regional de la Administración de Asuntos Federales en la Florida.

Aponte presentó una resolución a los fines de que la Cámara determine si ese gasto  beneficia al pueblo de Puerto Rico.

En 2009, ante la difícil situación económica que enfrentaba Puerto Rico, la administración del ex gobernador Luis Fortuño decidió cerrar varias filiales de la Oficina de  Asuntos Federales, quedando solo las de Washington D.C. y la de la ciudad de Nueva York.

“Sin embargo, en este momento de crisis, en que inclusive el crédito de Puerto Rico ha sido degradado a chatarra, y donde se ordena correctamente la reducción de gastos en las dependencias gubernamentales, el pasado mes de agosto, este gobierno decidió abrir una oficina en Kissimmee, Florida”, indica Aponte en la medida.

La resolución del también ex presidente de la Cámara pide que se investiguen los gastos que conlleva mantener la oficina de Kissimmee y la conveniencia o no de mantener abierta esa dependencia.

La Administración de Asuntos Federales, que actualmente dirige el ex senador Juan Eugenio Hernández Mayoral, se estableció por virtud de la Ley 77 de 1979.

La misma opera con autonomía respecto a la oficina del Comisionado Residente en Washington principalmente cuando esta última es ocupada por un representante de la Isla ajeno al partido que dirige la rama ejecutiva en Puerto Rico.