La polémica exención contributiva que le concedió la Compañía de Comercio y Exportación (CCE) al exponente de trap, conocido como Bad Bunny, levantó ronchas en la clase artística del País que exige que se establezcan parámetros similares para que el beneficio sea extendido a otros por igual.

 La productora Emineh de Lourdes fue una de las que reaccionó a la noticia a través de su cuenta de Facebook, explicando que lleva ocho años solicitando exención contributiva para su compañía de teatro, lo que conlleva un pago de $400 por solicitud, y en todas se la han denegado. 

Aunque está clara de que la de Bad Bunny se trata de una exención diferente a la que ella ha solicitado, De Lourdes reclama que el Gobierno establezca condiciones similares a la hora de tratar a los artistas.

“Todo artista que tenga una compañía tiene el derecho de buscar la exención que sea, porque los artistas estamos en desventaja. Y que conste que no tengo ningún reparo con él (Bad Bunny); me parece estupendo que ese muchacho, tan joven, haya llegado tan lejos y tan rápido. El punto es que no se debe censurar a ningún artista ni género; uno no debe ser hipermegafamoso para que el Gobierno se fije en su caso. Ese es el punto. ¿Qué otros artistas recibieron ese beneficio? Sería interesante saber si hay más, ¿cuántos de esos ciento sesenta y pico de jóvenes (que recibieron el beneficio) son artistas?”, publicó en la red social. 

“Te repito que no tengo problema con que se le otorgue a un cantante del género que sea, porque estoy a favor del arte en todas sus manifestaciones; entonces qué bueno que existe eso, pero que sepan que estamos los otros (artistas), que estamos ahogándonos”, expresó antes de puntualizar en la situación de muchas compañías teatrales, musicales y de danza. 

“La búsqueda de una exención no es para ahorrar dinero, porque se trata de un informe en Hacienda en el que detallo todo: los gastos, pagos, todo lo relacionado (a la producción teatral) y entonces, si es el caso, no pago, pero tampoco me devuelven si fuera al contrario. Y este es el caso de mucha gente de la que te puedo hablar, de compañías que la razón para solicitarla es mantenerse a flote y seguir realizando la gestión, que es un bien cultural”, apuntó.

Bad Bunny cumplió

El gobernador Ricardo Rosselló dijo ayer que no conoce las letras de las canciones de Bad Bunny, al tiempo que justificó la exención que le fue otorgada al intérprete que le permite deducir hasta $1.5 millones en tres años.

El primer ejecutivo del País indicó que el cantante cumplió “como cualquier otro ciudadano” con los requisitos del programa Puerto Rico Emprende para jóvenes empresarios.

“Bad Bunny, Good Bunny, Mister Bunny, Bugs Bunny… no importa… Si cumple con los requisitos se iba a permitir, porque es la estructura que se le ha permitido. Aquí no hubo ningún favoritismo para nadie. Él, simplemente, según tengo entendido, cogió su curso, llevó a cabo el proceso como cualquier otro ciudadano”, sostuvo Rosselló.

Dijo que los criterios utilizados para concederle la exención contributiva al trapero son “los mismos” que se utilizaron para todos los participantes de Expo Puerto Rico: “que fuesen unos ciudadanos que cumplieran con unos requisitos para poder adquirir esos incentivos”.

“Yo no sé las letras”, dijo el mandatario cuando Primera Hora le preguntó si consideraba que las canciones underground del exponente del género urbano son de contenido violento.

El cantante, cuyo nombre de pila es Benito Antonio Martínez Ocasio, dijo este fin de semana a Primera Hora que estaba contento con el incentivo contributivo que le otorgaron.

Aunque manifestó no estar empapado sobre los detalles, previo a su concierto “Trap Kingz”, en el que unas 25,000 personas abarrotaron el Centro de Convenciones en San Juan, Bad Bunny dijo riendo que devengará beneficios “bastante buenos, ni los quiero decir”.

“Son unos incentivos, pero es por lo de jóvenes empresarios” (de 35 años o menos), sostuvo el cantante.

El jueves trascendió que el director ejecutivo de la CCE, Ricardo Llerandi, le hizo entrega del certificado de exención contributiva como parte del programa Puerto Rico Emprende por exportar la música boricua, pues la dependencia gubernamental promueve el empresarismo y la cultura de exportación para bienes y servicios locales.

Llerandi aclaró posteriormente en declaraciones escritas que el exponente del género urbano cumple con todos los requisitos para la certificación bajo la Ley 135, aprobada en 2014.

Primera Hora requirió ayer a la CCE un listado de las personas que han recibido este incentivo contributivo.

María Batista Santaella, directora de Prensa del CCE, indicó que desde enero de 2017, hasta el momento se han certificado unas 610 nuevas empresas, por lo que se le preguntó si habían certificado a alguna otra figura pública y dijo: “no tenemos ninguna otra, a mi mejor recuerdo”.

Se comprometió a suministrarnos hoy el listado de personas que han recibido este incentivo contributivo.

En el caso de Bad Bunny, dijo, se cumplió con los requisitos de la Ley 135, que define al joven empresario como todo individuo residente en Puerto Rico, entre los 16 y 35 años, que interese crear y operar a largo plazo una nueva empresa en la Isla, por un término indefinido y que haya obtenido su diploma de escuela superior o una certificación equivalente del Departamento de Educación.

Primera Hora también requirió el certificado de exención contributiva otorgado al cantante, pero Batista Santaella dijo que “se le entregó a él y no nos quedamos con copia”.