El sistema que permitirá la emisión de multas mediante un sistema electrónico de vigilancia a quienes violen leyes de tránsito ya está instalado en tres intersecciones de San Juan y se extenderá a otras 47 durante los próximos seis meses, informó este miércoles el gobernador Alejandro García Padilla.

El objetivo de lo que se conocerá oficialmente como Sistema de Monitoreo Electrónico de Intersecciones y Tránsito (Simone) es prevenir accidentes de tránsito y evitar la pérdida de vidas, aseguró el gobernador.

Este nuevo sistema utiliza cámaras y localizadores que están ubicados en semáforos y conectados a un centro de operaciones para detectar a los conductores que van a exceso de velocidad, rebasen una luz roja o manejen un vehículo sin el debido registro, para luego emitir la multa correspondiente.

El proyecto piloto para probar el sistema comenzará el 1 de octubre en tres intersecciones: la de los puentes El Condado y Dos Hermanos, la confluencia de la avenida Piñero y la calle Escorial, frente a la escuela superior Gabriela Mistral, así como en la intersección de la carretera PR-177, o avenida Los Filtros, frente al centro comercial Santa María y la escuela intermedia Juan E. Miranda en Guaynabo.

El resto de las 47 localidades donde se ubicarán estos rastreadores del movimiento vehicular incluyen intersecciones por toda la Isla, adelantó el gobernador en conferencia de prensa efectuada en la intersección de los puentes de El Condado y Dos Hermanos.

 “Más allá de sus capacidades técnicas, este sistema viene a servir de disuasivo a los conductores temerarios. Su mayor beneficio es que va a desalentar conductas que puedan causar tragedias, tanto a conductores, pasajeros, peatones y ciclistas”, destacó García Padilla.

Explicó que las intersecciones escogidas son de alto riesgo, ya sea por la alta incidencia de violaciones o accidentes de tránsito, por el alto volumen de vehículos que transita por ellas o porque están en una zona escolar.

Aseguró el gobernador que el sistema está programado para que solamente lea la información del vehículo y su tablilla, no para identificar rostros u otros rasgos distintivos de los conductores, ni de sus pasajeros.

Las prioridades del sistema, se indicó, son identificar violaciones por marbete vencido ($250), rebasar la luz roja ($250) y el exceso de velocidad en general y en zona escolar en particular. En el primer caso la multa es de $50 más $5 por milla adicional, mientras que en zona escolar es de $100 más $5 por milla adicional.

El sistema será instalado, operado y mantenido por la empresa International Transit System, por cinco años, al cabo de los cuales el equipo pasará a ser propiedad de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT).

Lo que se recaude de las multas que produzca el sistema será distribuido entre la ACT (55%) y el proveedor del servicio (45%).

La forma en que opera el Sistema, según se explica en un documento del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), es que hay un centro de mando u operaciones donde están ubicadas todas las pantallas y los sistemas que manejan las cámaras.

Será este centro el que procesará todas las multas y para ello contará en todo momento con un especialista en tránsito, que podría ser un oficial retirado.

Se aclara que el sistema no emite la multa directamente, sino que las violaciones son evaluadas por un oficial examinador, autorizado por el secretario del DTOP, que es el que determinará si hubo falta por parte del conductor.

Cuando se determine que hubo violación se notificará al dueño del vehículo a la última dirección que esté en los expedientes del DTOP. Dicha notificación deberá enviarse no más tarde de los 90 días desde la fecha en que ocurrió la violación por correo regular.

Las multas podrán ser apeladas mediante una vista administrativa y están sujetas a revisión judicial, como ocurre al presente con las multas de tránsito. Tras notificarse la infracción, el conductor tendrá 15 días para apelar la misma.

En las intersecciones donde se coloquen estos sistemas de detección, se instalarán rótulos advirtiendo sobre la existencia de los mismos a 100 metros del semáforo o lugar donde esté colocado el equipo.