La Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) y el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) se unieron al apoyo que ya expresaron otras agencias gubernamentales a la propuesta legislativa de reducir a 0.05% el límite legal de alcohol en la sangre para manejar vehículos de motor.

Previamente apoyaron la medida, el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), el Cuerpo de Bomberos, la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA), la Policía y la Comisión de Seguridad en el Tránsito (CST).

“Siendo nuestra agencia la responsable de establecer la política pública sobre los servicios de salud dirigidos a atender el espectro del uso del alcohol, desde la prevención primaria hasta el tratamiento de la enfermedad de alcoholismo, endosamos el proyecto”, sostuvo la administradora de Assmca, Carmen M . Gralau Serrano, en ponencia que leyó ante una comisión cameral la administradora auxiliar de prevención en esa agencia, Julia Delgado.

“Cabe mencionar que múltiples estudios indican que para algunas personas que conducen con nivel del alcohol en sangre de 0.05% ya tienen varias incapacidades al conducir vehículos de motor”, agregó ante la Comisión de Transportación, Infraestructura y Recreación y Deportes de la Cámara de Representantes.

“Sin lugar a dudas, la mayoría de las personas con nivel de alcohol en sangre de 0.08% (límite legal actual) presentan impedimentos significativos al conducir. Adicionalmente, aunque en números más reducidos, otro grupo de personas también demuestra incapacidad motora y de coordinación al tener un nivel de alcohol de 0.05% en sangre”, señaló.

Assmca propuso que además de esta medida, se adopten otras estrategias que contribuyan a reducir las muertes en la carreteras ligadas al consumo excesivo de alcohol. Mencionó entre estas el desarrollo de campañas educativas y de prevención; aumentar la edad mínima de uso de alcohol de 18 a 21 años; aumentar los impuestos a las bebidas alcohólicas; limitar el acceso al alcohol en lugares como garajes de gasolina y farmacias y aumentar las penalidades que se imponen a personas que son encontradas culpables de guiar en estado de embriaguez.

El ICF respaldó también la medida al concluir que “reducir la concentración de alcohol en la sangre podría salvar vidas y prevenir daño corporal severo, si se disminuye además el límite de velocidad promedio en las carreteras. Es la combinación de alcohol y velocidad lo que resulta en el evento catastrófico”, sostiene una ponencia firmada por la directora ejecutiva, Edda Luz Rodríguez Morales.