Santa Isabel - El gobernador Alejandro García Padilla afirmó este martes que pondrá a un lado los incidentes violentos ocurridos el domingo a las afueras del hotel donde se celebraba la convención del Partido Popular Democrático (PPD), y afirmó que su administración mantendrá abierta las puertas del diálogo con los sindicatos.

Tras reunirse durante la mañana en La Fortaleza con varios líderes sindicales, el primer ejecutivo señaló que su instrucción a los jefes de su gabinete es que se mantengan negociando de buena fe con las organizaciones obreras la revisión de los convenios colectivos para cumplir los objetivos de la Ley de Sostenibilidad Fiscal y Operacional del Gobierno (Ley 66-2014).

García Padilla censuró los empujones y el forcejeo que protagonizaron la mañana del domingo algunos empleados públicos unionados y oficiales de la Policía en la entrada del Hotel Sheraton, aledaño al Centro de Convenciones, en Miramar, aunque resaltó que durante los disturbios ninguna propiedad privada ni pública sufrió daños.

 El gobernador insistió en que su Gobierno respetará las protestas, pero no tolerará la violencia. "La violencia no es aceptable, sobre todo, cuando hay una apertura tan marcada del Gobierno hacia el diálogo. La violencia no se justifica nunca, pero mucho menos se puede argumentar siquiera a favor de un acto violento cuando el Gobierno ha tenido una tan marcada apertura al diálogo, y ellos lo han reconocido", sostuvo durante una conferencia de prensa en la que anunció la expansión de la empresa UTC Aerospace Systems.

"De mi parte, borrón y cuenta nueva. Voy a hacer de cuenta que no pasó (el incidente del domingo). Les he dicho que, obviamente, actuaron mal, pero borrón y cuenta nueva de cara al futuro", añadió el mandatario.

García Padilla se reunió temprano en la Mansión Ejecutiva con el presidente de la Unión Independiente Auténtica (UIA), Pedro Irene Maymí; el vicepresidente de ese sindicato, Luis De Jesús; y Víctor Villalba, líder de la Central Puertorriqueña de Trabajadores (CPT), para discutir algunos puntos y contrapropuestas de la Ley 66-2014. El encuentro se efectuó a petición de las uniones obreras.

“Hablamos sobre la situación del País y de cómo todos debemos y tenemos que contribuir. Ciertamente, bajo las condiciones de esta ley, como la eliminación la cláusula de subcontratación, no hay oportunidad de que todo el mundo contribuya porque lo que hace es abrir la puerta a que las agencias y corporaciones gasten más en contratos”, expresó Irene Maymí, quien añadió que el derecho de antigüedad también fue objeto de debate.

El líder obrero indicó que el problema nunca ha radicado en los beneficios de los trabajadores, sino en las cláusulas del estatuto.

“El que se contemple trasladar a un trabajador que vive en Aguadilla e intenten ponerlo a trabajar en Fajardo... Tenemos que saber cuáles son los criterios que se van a utilizar. Eso es más importante que cualquier otro beneficio”, expresó el presidente de la UIA al asegurar que los trabajadores han sido desprendidos en el pasado.

El gobernador indicó que, entre esta semana y la próxima, pautará un nuevo encuentro con los dirigentes sindicales. Resaltó que las uniones que representan a cerca del 80% de los empleados públicos han llegado a entendidos con los jefes de las respectivas agencias, y las matrículas supuestamente han ratificado esos acuerdos.

"El 80% de los empleados públicos, en su representación sindical, se han sentado a negociar, han negociado y luego sus matrículas han aprobado la negociación abrumadoramente. Por lo tanto, las puertas, obviamente, están abiertas para la negociación, y está teniendo éxito", subrayó el primer ejecutivo.

No obstante y sin querer referirse a casos específicos, mencionó que algunos jefes de agencia han sometido propuestas que supuestamente todavía aguardan por una contestación de los líderes gremiales.

Irene Maymí, en tanto, se mostró optimista con la reunión que se llevaría a cabo con otros líderes obreros los próximos días. Afirmó que será una oportunidad para que se discutan otros aspectos de la ley que no pueden sostenerse.

Para Villalba, todavía es prematuro saber lo que sucederá. Señaló que la Ley 66 es desastrosa para las corporaciones públicas, y que durante la reunión le reafirmaron a García Padilla la necesidad de trabajar con ella. Además, aprovechó la coyuntura para señalarle al gobernador el problema que representan los decretos contributivos que se les otorgan a las corporaciones.

“Prometen crear empleos, y no los cumplen. Esos decretos son un desastre”, señaló Villalba.

“Hay que elaborar una buena reforma contributiva que sea completa e integral porque no pueden ser solo los trabajadores los que estemos pagando solo las consecuencias de esto”, concluyó.