Cientos de leyes se supone que entren en vigencia “inmediatamente” por la voluntad expresa de la Asamblea Legislativa,  pero en la vida real dichos estatutos no son más que  letra muerta porque los reglamentos para poder ponerlos en ejecución no existen.

La confección de reglamentos en Puerto Rico muchas veces tarda demasiado, por lo que el ex presidente de la Cámara de Representantes, José Aponte, pretende que se redefina la palabra “vigencia” en lo que a las  leyes aprobadas se refiere.

Un proyecto de ley presentado por Aponte establece que la vigencia de un estatuto debe darse cuando la pieza legislativa coja fuerza de ley y comience a regir de forma obligatoria.

En otras palabras, que cuando en una pieza legislativa se establezca un periodo para cumplir con la misma, “dicho término no comenzará a correr hasta tanto el reglamento complementario haya sido debidamente aprobado”.

“Mediante la presente legislación se busca evitar que las leyes aprobadas por esta Asamblea Legislativa se entren en un estado de ambivalencia y ambigüedad, causado por la falta de un reglamento que las torna en letra muerta, a pesar de que encontrarse vigentes”, consignó el representante.

La legislación del también secretario del Partido Nuevo Progresista provee para que los reglamentos se confeccionen en un periodo no mayor de seis meses.

Las agencias que no cumplan con ese periodo serían multadas hasta con $25 por cada día de incumplimiento.