Los estudiantes y profesores del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) aprobaron con sus aplausos y vítores las posturas que sobre esa institución adoptaron cuatro de los candidatos a gobernador, y con la misma fogosidad abuchearon a los restantes dos durante un foro efectuado este martes en la tarde.

Favorecidos salieron Rogelio Figueroa, del Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR); Arturo Hernández, del Movimiento Unión Soberanista (MUS); Juan Dalmau, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP); y Rafael Bernabe, del Partido del Pueblo Trabajador (PPT).

Por el contrario, el gobernador y candidato a la reelección por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Luis Fortuño, y el senador y aspirante del Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, se llevaron la peor parte con sonoros abucheos de desaprobación.

 En el caso de Fortuño, los universitarios censuraron su ausencia y la excusa que, mediante carta, pretendió dar. Tal fue la indignación del público que no permitieron que la presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), Lidda Orta, terminara de leer la misiva.

El saliente senador García Padilla, el último en hablar, fue abucheado desde antes de empezar y toreó con humor el exabrupto. No hizo más que salir a la tarima y la Unión de Juventudes Socialistas sacó una pancarta que leía “La UPR no es patrimonio de nadie, es del pueblo, y del pueblo trabajador será porque la tomará”.

Otras voces le cuestionaron decisiones de su hermano Antonio, que presidió la UPR hasta el 2009. El senador sonrió y llegó a pronunciar que “me encanta estar aquí en la Universidad”.

En términos de propuestas específicas, los candidatos no presentaron mucho. En ocasiones, utilizaron los tres minutos de cada pregunta para criticar negativamente a los adversarios o plantear cuestiones generales.

Figueroa centró su mensaje en el modelo cooperativista con el que entiende debe reformarse la UPR para que corra según las necesidades de su comunidad, para que contribuya a erradicar la desiguladad y el sexismo en la sociedad, y para generar economía participativa. Fue muy aplaudido en el cierre.

Hernández llegó cuando la audiencia ya tenía el ánimo encendido. Sus respuestas fueron breves y concisas. Abogó por la formación integral del ser humano mediante las artes liberales, las humanidades, la ciencia y la tecnología; propuso la imposición de un cuatro a 10% de impuesto a las ventas de grandes corporaciones para dirigirlo a la universidad; y replicar el modelo educativo de la University High School en las escuelas públicas del país. Eso le ganó fuertes vítores.

La UHS es una escuela laboratorio del recinto ríopedrense que enseña desde el grado elemental al superior.

Dalmau habló de imponerle una contribución de 10% de las ganancias a las empresas foráneas para dirigirla la UPR, legislar para que el presupuesto nunca sea menor al del año anterior, y reformar la ley universitaria.

Bernabe fue al único que aplaudieron de pie al finalizar su exposición. Posicionó a la facultad de Educación de la UPR como ente importante en la reforma educativa del sistema público de enseñanza, que atraiga a los estudiantes y reduzca la deserción. Para ello, dijo, podría colaborar en el diseño de un nuevo currículo y servir de centro de educación continua.

Hernández, Dalmau y Bernabe apoyaron que los profesores adquieran el derecho a la negociación colectiva y se comprometieron a cambiar el proceso de selección de los directivos de la institución para que resulte de la propia comunidad y no del gobernante de turno.

García Padilla prometió fortalecer la base de la fórmula del 9.6% del presupuesto a la UPR, eliminar la cuota de $800 y abrir las secciones que hacen falta, y aseguró que no tocaría los derechos adquiridos de los empleados para mejorar las finzanzas del sistema de retiro.

Sobre el derecho de los docentes a negociar, opinó que evaluaría detenidamente el aspecto legal para observar si hay conflicto de interés con que el patrono también sea docente, pero rechazó decidir algo como Gobernador por considerarlo una intromisión.

Angel Cintrón, director de la campaña del gobernador Luis Fortuño, negó que el mandatario se haya ausentado para evitar a los universitarios.

“No se trata de eso. Enviamos a una persona y participamos de la única reunión (de planificación) que hicieron y buscamos todas las alternativas. Por eso, con tiempo, les envié la comunicación y notifiqué que había sido imposible hacer el espacio en la agenda del gobernador, que dicho sea de paso es la más complicada comparada con la de todos los candidatos que van a estar allí”, mencionó Cintrón.

El senador Alejandro García Padilla, candidato popular a la gobernación, dijo en entrevista con este medio, que “a mí me agrada recibir el insumo positivo de los que me aplaudieron y el que no era positivo de los que no están de acuerdo. Yo creo que el mensaje lo pude llevar”.

Al preguntarle si el abucheo a su persona se debió a que es hermano de Antonio García Padilla, ex presidente de la UPR, respondió “en lo absoluto, esa parte de la dinámica universitaria. Ellos reconocen que la Universidad está muchísimo peor que hace cuatro años”.