Arecibo. Las prioridades para el alcalde de la Villa del Capitán Correa, Carlos Molina Rodríguez, parecen estar al garete.

Durante su toma de posesión en enero pasado, Molina Rodríguez convocó una conferencia de prensa en el ayuntamiento para detallar la crisis fiscal por la que atravesaba el Municipio. En ese momento, el mandatario municipal destacó que el Municipio enfrentaba un déficit de más de $15 millones y préstamos sin pagar cuyos balances sobrepasan los $60 millones.

Más aun, señaló que los gastos mensuales en el ayuntamiento ascienden a unos $3 millones, y alrededor de $1 millón de esa cantidad se utilizan para cubrir los gastos de nómina. Según dijo, solo unos $630 mil entran a las arcas municipales mensualmente, provenientes del recaudo de patentes, arbitrios de construcción, el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) y de las remesas del Centro de Recaudos de Ingresos Municipales (CRIM).

Pero, incluso, implementando medidas de economía, como lo fue la eliminación de un día de la jornada laboral a cada uno de los más de 700 empleados municipales en junio pasado, la realidad fiscal del Municipio -según la pinta el alcalde- continúa apretada.

“No tenemos ni para pagar a los empleados. A cada uno de nuestros suplidores le debemos algo. Estamos en bancarrota”, afirmó en aquel entonces Molina Rodríguez.

Prioridades desacertadas

Sin embargo, para el alcalde ha sido fácil identificar dinero para realizar un sinnúmero de actividades en la ciudad, como fue el reciente encendido navideño que contó con la participación de varios artistas de renombre en la escena local.

De igual forma, le resultó imperativo invertir en servicios de consultoría legal y administrativa.

Primera Hora descubrió que Molina Rodríguez pagó cerca de $250,000 por un combo de consultoría legal. El bufete de abogados Jusino Marrero recibe la cantidad de $204 mil anuales, de un contrato que expira en enero próximo. Asimismo, el Estudio Legal Echeandía fue compensando por la cantidad de $66,300 por estos servicios.

Los costos de consultoría administrativa para el alcalde -entre acuerdos que culminaron a mediados de este año y uno con vigencia hasta junio del próximo año- ascienden a unos $206 mil y fueron suscritos con la compañía McConnell Valdés, LLC.

Todas estas negociaciones resultaron imprescindibles para el mandatario mas no así la liquidación de las deudas que se graban en sus finanzas.

Según trascendió, al Municipio se le adjudica una deuda de $2.3 millones con la AAA, agencia que, desde el mes de julio y hasta esta semana, solamente ha recibido dos pagos -totalizando $144 mil-, según informó el director ejecutivo de servicio al cliente, Gustavo Marín Ramos.

Sin dudas, estas obligaciones, junto a otras como la que mantienen con la compañía de recogido de basura Atlantic Waste Disposal, Inc., empañan grandemente la imagen de un municipio “que crece”.

Una ciudad en quiebra pero con una imagen impecable.

Luego de admitir públicamente que el Municipio tiene “una situación económica grave”, ¿cómo podrá el alcalde justificar entonces los más de $100 mil que se ha gastado en diversos esfuerzos publicitarios para levantar la imagen del Municipio?

Aun cuando el Municipio fue declarado en estado de emergencia fiscal el pasado mes de enero, las finanzas, aparentemente, no están tan mal como parecen, si este mismo año el alcalde firmó tres contratos para recibir servicios de publicidad.

La partida más grande fue otorgada a la empresa Origami Creatives Strategies, Inc., que entre el periodo de enero 17 a junio 30 recibió la cantidad de $30 mil por ofrecer, entre otras cosas, adiestramientos y “fortalecer al alcalde con destrezas para contestar preguntas de los medios, cómo enfocar su mensaje y sacar el mejor provecho a cualquier entrevista u oportunidad mediática que tenga”.

El contrato fue renovado el 1 de julio -con una cláusula adicional a favor del contratista- por la cantidad de $54 mil, a razón de $4,500 mensuales hasta su fecha de vencimiento en junio de 2014.

Entre los “beneficios” que recibe el Municipio se incluye la publicación de una gaceta trimestral en donde se dará a conocer los proyectos y actividades que realicen en la ciudad, y el manejo y creación de propaganda que saque provecho de las redes sociales.

Pero, los esfuerzos publicitarios de la municipalidad no tan solo se manifiestan a través de las redes sociales sino que también se extienden a las frecuencias radiales.

El pasado mes de julio, el gobierno municipal de Arecibo suscribió un contrato con la compañía Aurora Broadcasting en el que la segunda parte se comprometió a difundir cuatro anuncios diarios en una de las tres emisoras que opera en el área norte de la Isla. Esta jugada le cuesta al Municipio $1,200 mensuales.

Se suma a esto, la pauta en un programa de una hora llamado Arecibo Hoy, que se transmite cuatro veces al mes. Por estas intervenciones la empresa contratada cobra $500, para un total de $1,700 mensuales que, al año, se traduce a unos $20,400. Dicho contrato expira el 30 de junio del año entrante.

Busca alternativas

A pesar de esta demostración de poder adquisitivo, en días recientes, el mandatario municipal alegó no contar con el dinero para poder pagarle a los empleados municipales las quincenas a partir de la última semana de febrero.

El ejecutivo municipal cursó una carta al gobernador Alejandro García Padilla solicitándole auxilio económico y presentándole algunas de las alternativas -como el desembolso de una demanda millonaria que el Municipio le ganó a la Autoridad de Tierras- que podrían ayudar a aliviar la situación.

“Nosotros tenemos dinero en nuestras cuentas para pagar varias quincenas, pero tengo que hacer las gestiones para que la quincena de finales de enero y la de principios de febrero no se vea afectada”, dijo en entrevista telefónica.

“Ya fuimos al BGF para reclamar un balance que tenemos disponible allí, que es de $1.2 millones, y eso nos da liquidez para las próximas nóminas”, indicó.