Río Piedras despertó el lunes a los acordes de una versión boricua de la canción “Feliz Cumpleaños”.

Amigos, familiares y partidarios de la lucha por la excarcelación de Oscar López Rivera se reunieron frente al mural inspirado en su lucha en la ciudad universitaria para celebrar el aniversario de su nacimiento.

Un día como hoy, hace 71 años, este veterano de la guerra de Vietman y el prisionero político boricua que más tiempo ha pasado en una cárcel estadounidense soltó su primer grito de vida en San Sebastián.

Esta mañana su hija Clarisa López Ramos apagó la vela del bizcocho que se preparó para la fiesta de familia que se celebró en la Isla, mientras, en Terre Haute, Indiana, López Rivera celebrará su onomástico con sus compañeros de prisión.

En medio de la música y el desayuno entre amigos y amigas, el licenciado José Juan Nazario leyó una carta que recibió de López Rivera.

La misiva de dos páginas, con fecha del 29 de diciembre, recoge el agradecimiento que siente López Rivera por las gestiones que se han realizado para lograr su excarcelación.

También revela detalles del talante del preso político y recuerda con afecto al licenciado Juan Santiago Nieves, quien falleció en junio del 2012.

El mural en honor a López Rivera ubica en la parte de atrás de la oficina que Santiago Nieves compartía con Nazario, su amigo y compañero de luchas.

 En la carta, López Rivera menciona la alegría que siente cuando abre los ojos a la vida cada día y como observa un pedazo de cielo desde la ventana de su celda.

“Creo que un mundo mejor y justo es posible y que nuestra amada patria será libre y soberana si nos atrevemos a luchar para hacerlo realidad”, sostiene en la comunicación.

En un aparte con este medio, López Ramos explicó que la actividad forma parte de los esfuerzos que se realizan para educar sobre la situación de su padre y celebrar la vida del licenciado Santiago Nieves.

“La idea de crear el mural es que mi papá dejara de ser una persona invisible para su pueblo”, precisó la única hija del preso político.

Pese a la distancia física, Clarisa explicó que ha forjado una relación con su papá a través de intercambios escritos y por teléfono, así como en las tres visitas anuales que realiza a la cárcel.

Recordó que durante los 32 años y medio que su papá ha estado preso, pasó 12 años en aislamiento total.

 Clarisa indicó que continúan las gestiones para lograr la libertad de López Rivera y que como parte de este esfuerzo su padre recibirá miles de tarjetas de cumpleaños, mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama recibirá miles de peticiones de ciudadanos de diversas ideologías que piden que se indulte al preso político.

La liberación de López Rivera tiene el respaldo del gobernador Alejandro García Padilla, de los presidentes de las cámaras legislativas de Puerto Rico y de líderes de todos los partidos políticos de la Isla.

 En agosto de 1999, el entonces presidente Bill Clinton le ofreció clemencia a López Rivera sujeto a que cumpliera 10 años más de cárcel. López Rivera la rechazó debido a que la oferta de clemencia no incluyó a dos de sus compañeros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional.

 Desde 2011, López Rivera sometió su petición de clemencia al presidente Obama, después de que la Comisión de Libertad Bajo Palabra le denegara la posibilidad de ser excarcelado a corto plazo.

 Bajo los procesos rutinarios, la liberación de López Rivera no ocurriría hasta junio de 2023, cuando tendría 80 años.