Una medida legislativa que propone atención especial para madres y parientes cercanos ante la pérdida de un embarazo en etapa temprana, así como al producirse muertes fetales o neonatales, comenzó a ser discutida hoy, miércoles, en la Cámara de Representantes.

El Proyecto de la Cámara 2560 propone el establecimiento de protocolos en instituciones hospitalarias para el manejo de estas pérdidas y mecanismos para entrenar al personal médico para garantizar respuesta adecuada a los afectados.

La medida es evaluada por la Comisión de Salud, que preside la representante Lydia Méndez y también por la Comisión de Bienestar Social y Para la Erradicación de la Pobreza, que preside la representante Luisa “Piti” Gándara, autora de la pieza legislativa.

La medida fue respaldada por la Asociación de Psicología Pre y Perinatal de Puerto Rico y por el capítulo local de la entidad “March of Dimes”, que atiende la salud materno-infantil. 

El Departamento de la Salud, aunque no objetó la legislación, indico que no favorece la misma por entender que el protocolo propuesto no debe limitarse solo a las muertes fetales o neonatales sino que debe extenderse a toda las muertes de niños.

Mientras, dos madres que pasaron por la dolorosa experiencia de perder hijos en las circunstancias que pretende atender este proyecto emitieron testimonios emotivos para respaldar la aprobación del proyecto.

Al apoyar la propuesta, la presidenta de la Asociación de Psicología, Fermina Liza Román, indicó que “mes tras mes se suman historias, la gran mayoría de ellas de corte traumático, donde permea la insensibilidad y la frialdad del personal hospitalario, el trato deshumanizado y la indiferencia ante un proceso de tanta vulnerabilidad para la persona que los experimenta”.

A petición de la presidenta de la Comisión de Salud, la deponente, que también vivió personalmente esta experiencia, aclaró que sus expresiones no intentan generalizar a todo el personal médico y hospitalario del país por la falta de sensibilidad que se produce en muchos de estos casos.

Sostuvo que el duelo por la pérdida gestacional tiene una serie de particularidades que lo distinguen de otros duelos que lo caracterizan como un evento de vida traumático. 

“Las pérdidas gestacionales en la mayoría de los casos son repentinas e imprevistas y no existe un tiempo de anticipación o preparación para afrontar esta situación”, sostuvo Román.

“Contrario a la muerte de algún otro miembro de la familia, los padres que atraviesan el duelo gestacional tienen pocos recuerdos del bebé y pobre apoyo social, ya que la sociedad misma exige que las familias de duelo gestacional minimicen su dolor y retomen su vida como si nada hubiese ocurrido”, agregó. 

“Todo este tabú social y la falta de reconocimiento hace que las familias piensen que sus sentimientos son inadecuados”, advirtió.

Por su parte la especialista de apoyo a la familia en NICU (Unidad Neonatal de Cuidados Intensivos) de “March of Dimes”, Evelyn Ríos, afirmó que este proyecto asegurará que “la decisión de la madre, respecto a lo que ocurre en caso de una pérdida de un embarazo, es respetada y apoyada”. 

Entre las cosas que podrían incluirse en estos protocolos, agregó, es que los hospitales “permitan a la familia pasar tiempo a solas con el bebé, nombrar el bebé, aguantarlo y ser parte de tradiciones culturales o religiosas como el bautismo”. 

Afirmó que la organización ayudó a un hospital del área metropolitana a desarrollar un protocolo de pérdida basado en brindar a las familias el espacio, apoyo y dignidad al enfrentar este proceso y que los resultados “han sido excelentes y las familias y el personal del hospital han expresado su gratitud”. 

Madres relatan experiencias

Dos familias que sufrieron la pérdida de bebés antes del nacimiento relataron a las comisiones camerales sus experiencias y ofrecieron razones para que se apruebe esta medida.

Coraly Feliciano Soto perdió a sus gemelos y opinó que la atención que recibió en el Centro Médico, institución a la que fue referida tras el diagnóstico de riesgo para las criaturas, fue poco humanitaria e impersonal. Además de más dolor, provocó una mayor carga emocional para toda su familia, sostuvo durante la audiencia legislativa.

La mujer describió la forma poco sensible en que le presentaron los dos cuerpos de sus bebés, lo que provocó que en medio del llanto y la confusión no pudiera verlos ni tocarlos. 

“Toda mi vida estaré arrepentida de no haber podido ver a mis hijos completos, sus caritas, sus deditos, sus manitas, sus piernitas y sus piecitos. Es un doble dolor que uno cargará toda su vida con la desgracia de perder a sus hijos y además recibir un indiferente e insensible trato en el hospital”, manifestó Feliciano Soto. 

Marla Méndez Silvagnoli, otra madre que sufrió esta experiencia y que fue quién propuso a la representante Gándara la presentación de este proyecto, relató también su proceso, aunque en su caso el trato que recibió fue descrito como “humanizado”.

“Ninguna madre o padre, a menos que haya un diagnóstico temprano, espera que el proceso de embarazo termine con un bebé que nacerá sin vida. Es por esto que cuando se da una pérdida no están preparados, ni conocen las opciones disponibles”, señaló al subrayar la importancia de aprobar esta medida y crear el protocolo que la misma propone.

“Tengo mucha fe y esperanza que este proyecto sea no solamente aprobado, sino que sea implementado diligentemente en todas las instituciones hospitalarias del país para poder fomentar empatía, respeto y comprensión hacia los padres en duelo”, afirmó Méndez Silvagnoli.