San Juan.- Los precandidatos presidenciales Hillary Clinton y Marco Rubio ofrecieron hoy sus distintas visiones de cómo solucionar los graves problemas fiscales de Puerto Rico: la demócrata abogó por permitirle que se acoja a la Ley federal de Quiebras y el republicano por su anexión plena a EE.UU.

Ambos visitaron hoy brevemente la Isla, que atraviesa una crisis fiscal y financiera que le ha llevado a tratar de declarar en bancarrota a sus principales empresas públicas, y a renegociar los términos de una deuda acumulada de 72,000 millones de dólares que se ha tornado impagable.

Rubio dijo abiertamente no apoyar el insistente reclamo del Gobierno y la oposición de la isla de que el Congreso permita a la isla acogerse a la protección de la Ley federal de Quiebras.

"Yo no creo que el Capítulo 9 (de la Ley de Quiebras) vaya a solucionar los problemas de Puerto Rico", que básicamente son los mismos que "los que tenemos en Washington: que está gastando más de lo que debe", resumió en respuesta a preguntas de la prensa.

El republicano defendió que "el estatus de Puerto Rico está impidiendo el crecimiento económico, porque compañías y profesionales se confunden", al tiempo que "no beneficia a nadie, ni a Washington ni a la isla".

En un español bastante correcto, y con acento cubano, dijo que el asunto del estatus también es una cuestión "moral", porque "por más de cien años el puertorriqueño ha sido ciudadano americano, pero no puede votar por la Presidencia".

"Para mí, ha llegado el momento de que Puerto Rico tenga la oportunidad de unirse a los EE.UU.", apuntó en referencia a "una oportunidad que se le ha dado a otros territorios del país por más de doscientos años".

Añadió que "el dinero (para organizar la consulta) ya está ahí (puesto que ha sido reservado por la Administración de Barack Obama), lo único que falta es que el Gobierno de Puerto Rico (que no apoya la anexión) lo ponga en la boleta para que el pueblo se pueda pronunciar".

En ese sentido, recordó que en el confuso referéndum que se celebró en 2012 la mayoría de los puertorriqueños dijo que no quiere mantener el actual estatus de Estado Libre Asociado a EEUU, por lo que consideró que se debe impulsar una consulta "en la que el votante puertorriqueño pueda expresarse si quiere unirse a EEUU".

"Si la respuesta es, como yo espero, que sí, estoy convencido de que el Congreso, con un presidente que tome el liderato sobre este tema, puede llevar a cabo esa votación", defendió.

En cambio, Hillary Clinton se limitó a apuntar que la decisión la deben tomar los puertorriqueños y "cualquier opción que resulte del próximo plebiscito tendrá que ser respetada".

"Esto es vital para el futuro de Puerto Rico y de EE.UU. también, porque habla de su sistema democrático", dijo Clinton, quien reconoció que "muchos estadounidenses no saben que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y en ocasiones les cuestionan si tienen la 'green card' (permiso de residencia)".

En su opinión, la solución de los problemas fiscales y financieros de Puerto Rico pasan necesariamente por permitirle acogerse a la Ley federal de Quiebras.

Ambos precandidatos trasladaron hoy el escenario de la campaña electoral de EE.UU. a Puerto Rico, un territorio donde no se vota por el presidente de ese país, pero sí en las primarias, y que es clave para ganar en Florida, un estado "indeciso" en el que puede imponerse cualquiera de los dos partidos.

La complicada situación socioeconómica que atraviesa Puerto Rico, con una crisis fiscal desde hace casi una década que está provocando el colapso económico, ha derivado en un éxodo sin precedentes de puertorriqueños a EE.UU., aprovechando que tienen la ciudadanía estadounidense.

Una gran parte de ellos han elegido Florida, considerado uno de los principales estados "indecisos", ya que ninguno de los dos grandes partidos parte con una gran ventaja. En la última década la población puertorriqueña en Florida se ha duplicado y supera el millón.

Aunque los puertorriqueños tradicionalmente han mostrado un mayor apoyo a los demócratas, esa tendencia está cambiando, lo que hace que ambos partidos se disputen con interés su apoyo.

Además, aunque los residentes en este Estado Libre Asociado a EE.UU. no tendrán derecho a votar en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, sí pueden pronunciarse en las primarias. 

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