La portavoz de prensa de FEMA, Delyris Aquino, confirmó que conocían de la gran cantidad de agua que no había sido repartida, pero indicó que la responsabilidad de los suministros correspondía a la Administración de Servicios Generales (ASG), a la que le dieron el excedente de agua embotellada.

“Tenemos personal de seguridad allí, porque hay otros recursos de FEMA en la zona. Sabíamos que el agua estaba allí porque el agua era de nosotros. No es que ellos (ASG) fueron y la dejaron allí, es que nosotros llevamos el agua y les dijimos que ese cargamento era excedente y se le cedieron a ASG”, confirmó Aquino. Desde ese momento, añadió, FEMA se desligó de la responsabilidad.

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“El acuerdo era: ‘estas son tus aguas y ustedes de ahí donde están las van a mover y las van a distribuir’. En el momento en que nosotros le decimos esa agua es de ustedes, ya no es responsabilidad de nosotros. Tenía que ser ASG quien se encargara de moverla y nosotros lo que hicimos fue darle seguimiento”, aseguró Aquino.

La funcionaria no precisó por qué FEMA dejó el agua en ese lugar, bajo sol y sereno, y no en un almacén bajo techo. De igual forma, tampoco pudo confirmar cuánto tiempo estuvieron expuestas las miles de cajas de botellas de agua, cuando estaban bajo su responsabilidad, antes de cederlas a ASG.

“En esa parte no puedo decir porque no tengo la información de cuando llego esa agua a Ceiba, ni si el agua que se reportó como excedente siempre estuvo ahí. No sé si la tenían en otro sitio y la movieron cuando se hizo el trámite. Esa información yo no la tengo”, indicó Aquino, quien se comprometió a conseguir la información, pero la respuesta no llegó al cierre de esta edición.

En la edición de ayer, Aquino había expresado a Primer Hora que “FEMA no almacena suministros a la intemperie, siempre están en almacenes y más cuando se trata del agua que se daña”.

De todas maneras, la portavoz de prensa dijo que estas aguas estaban en “perfectas condiciones” al momento de ser otorgadas a ASG.

ASG: “No olía bien, ni sabía bien” 

El administrador de ASG, Ottmar Chávez, por su parte, confirmó en declaraciones escritas que las cajas de agua que FEMA les cedió fueron motivo de quejas porque “no olía bien, ni sabía bien”. 

“Esas aguas se reclamaron por ASG en mayo de 2018 para entregarlas a los municipios, agencias y diversas entidades. Se comenzó con la entrega, que incluyó 12 municipios, y WIPR. Tras haber entregado más de 700 paletas, ASG recibió diversas quejas sobre el olor y sabor del agua recibida de FEMA. Por ejemplo, el Municipio de Barceloneta y la Corporación para la Difusión Pública expresaron estas quejas”, dijo Chávez. 

El secretario del Departamento de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, mientras, indicó en WKAQ que el agua embotellada no llevaba un año en el área de la pista de Ceiba, que tenían la intención de repartirla y reiteró que al comenzar con el proceso vinieron quejas de que tenía un “olorcito malo”. Incluso, aseguró que él la consumió sin mayores consecuencias. “Nos las tomamos porque era la que teníamos… no te hace daño porque yo me la tomo, pero sí, tiene esa particularidad”, dijo. 

Tras la publicación de las imágenes, Pesquera dijo que no pudo entrar a examinar la zona en Roosevelt Roads por tratarse de un área controlada por FEMA, pero dio instrucciones para que ASG devuelva los suministros a la agencia federal. 

Sin embargo, Delyris Aquino fue clara en que el agua no puede ser devuelta a la agencia, ya que queda bajo la responsabilidad de la ASG.

“Es de ellos y ellos no la pueden devolver. El proceso no se revierte. Es su responsabilidad. Estamos en comunicación con ellos y estoy segura que, si ellos necesitaran que FEMA los ayude a moverla y se hace la coordinación, FEMA los pudiera ayudar con eso. Pero es decisión de ellos, porque es de su propiedad”, recalcó.

Barceloneta no se ha quejado

Al conocer que su municipio fue mencionado como uno de los que objetaron el olor y el sabor del agua en cuestión, la alcaldesa de Barceloneta,  Wanda Soler Rosario, pidió a la ASG que clarificara el asunto, pues esa aseveración no es cierta.

“Nos toma por sorpresa lo indicado por el personal de la Administración de Servicios Generales (ASG) sobre supuestas quejas relacionadas con unas paletas de agua que fueron solicitadas y entregadas al personal del Municipio de Barceloneta. Quiero aclarar que en ningún momento se cursó información ni verbal ni escrita que representara una queja sobre el agua recibida. Nuestro personal verifica constantemente las diferentes oportunidades para compras, donativos y propuestas, a través de las plataformas digitales y hace las solicitudes correspondientes”, explicó por escrito Soler.  

Añadió que en abril de este año, en efecto, personal de la Policía Municipal hizo una solicitud de agua a la ASG, “en específico a la Sra. Olga Medina Rivera” como “medida preventiva y como parte del plan de manejo de emergencias municipal”.

“Dicha agua se mantiene almacenada, con los estándares correspondientes, para ser distribuida entre la ciudadanía en caso de una emergencia. Además, la fecha de expiración de las mismas tiene vigencia hasta el próximo año. 

Nuestro municipio estuvo casi un mes sin recibir suministros por parte de ninguna agencia posterior al Huracán María. Esto provocó una desesperación por parte de nuestro compueblanos. Así que el agua se solicitó para prevenir una situación similar”, manifestó la ejecutiva municipal.

“Cabe señalar, además, que el día que recibimos el agua, personal de los municipios de Lares y San Sebastián, también recogieron varias paletas de agua. Ambas, la solicitud y el recibo de las paletas, se dieron conforme a los procedimientos y reglamentos establecidos tanto por la ASG como por el municipio. A la misma entidad se le solicitó vehículos, equipo y otros. Hago un llamado al administrador de la ASG para que clarifique esta situación para que el nombre del municipio de Barceloneta no se trastoque con malos entendidos”, finalizó.

FEMA asegura que el cargamento abandonado con el preciado líquido no le pertenece, y que el gobierno estatal debe responder por el hallazgo en la antigua base naval en Ceiba.