“Yabucoa se ha convertido en el bolsillo más grande del país”

Rafael Surillo Ruiz, el alcalde de Yabucoa, el pueblo por donde entró María, hizo un dramático reclamo hoy sobre el estado de su pueblo tras el paso del huracán María hace más de 4 meses.

En entrevista en WKAQ, el alcalde dijo que la inmensa mayoría de su municipio no tiene servicio eléctrico, que envían pocas brigadas a darle servicio a su comunidad, que la tasa de mortalidad se ha disparado, hay numerosas carreteras estatales destruidas, que nadie del gobierno central de alto nivel ha visitado su municipio, y que el gobierno central ha cerrado oficinas regionales de diversas dependencias que hacen más difícil a la ciudadanía procurar servicios.

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“Lo que nosotros reclamamos es la misma atención que en Bayamón y Guaynabo, las brigadas 30 y pico de brigadas en Bayamón, a la hora de votar vale lo mismo el voto de la gente de Bayamón que la gente de Yabucoa. No sé por qué razón la zona sureste, Yabucoa, Maunabo, que hemos sido devastados por el huracán y hemos sido olvidados en este proceso de levantarnos… allí vive gente que son penepés que son populares, que son independentistas no afiliados”, indicó el alcalde en la radioemisora.

“Uno se siete totalmen’te afectado, todos los días, no es lo mismo decirlo que vivirlo… en el área del cementerio no damos abasto”, expresó el alcalde, dando a entender que la carencia de energía está provocando numerosas muertes en su municipio.

En medio de la entrevista se dijo que solo un 7% del pueblo con energía eléctrica, esto en momentos que el gobierno anuncia que ya el 68.25% o cerca de 1,000,000 de los abonados en el país tiene electricidad, lo que implica que todavía quedan más de 400,000 abonados en todo Puerto Rico sin ese servicio.

“Ya vamos para el quinto mes, el costo del diésel para mantener esos generadores funcionado, es una cosa que es desesperante”, indicó.

Reconoció que no todo el mundo tiene dinero para mantener un generador eléctrico, y que esto no es solo un golpe a la ciudadanía sino a los comercios que tienen gastos extraordinarios para seguir operando a base de diésel.

“Ya la gente no reclama servicios porque los mosquitos los pican de noche, esto es una cuestión que raya en la salud del pueblo, la salud emocional, la salud física”, sostuvo.

“No vemos esperanza”, agregó.