Más de un 50 por ciento de los profesores en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, son docentes sin plaza.

En el recinto de Carolina la situación es peor, un 70 por ciento.

El profesor Antonio Carmona Báez anunció hoy la creación del Comité de Acción de Docentes sin Plaza para reclamar que antes de hacer recortes en la institución universitaria analicen estos y otros asuntos, incluyendo unas moratorias en el pago de la deuda.

“El comité se constituyó recientemente, durante el paro, ya que los docentes sin plaza constituyen la mayoría de los profesores de la Universidad. Estamos haciendo un llamado a la acción y a la unidad de la comunidad universitaria para tomar acción inmediata y permanente hasta que haya una auditoría de la deuda”, dijo el profesor de Ciencias Políticas en la Facultad de Estudios Generales.

“Entendemos que esto es la prioridad número uno. No se puede hablar de recortes ninguno hasta que haya una auditoría de la deuda”, sostuvo.

Mencionó que la creación del comité quiere darle visibilidad a “los más vulnerables… Estamos recogiendo datos de cómo está la situación de los profesores sin plaza en los demás recintos”.

Explicó que un profesor con contrato a tiempo completo, como es su caso, le pagan $4,000 por cuatro cursos.

El contrato que se le da a un profesor es por cuatro o 10 meses.

Si bajas el contrato temporal de “un año” a tiempo parcial, el salario baja a $1,300, por tres cursos.

“Así tenemos muchos profesores haciendo tres cuartos del trabajo por un cuarto de pago”, dijo el educador que aceptó que “estamos tratando de calcular cuántos profesores están ganando $1,300”.

“Con estos recortes (anunciados) van a disminuir el número de profesores con contratos a tiempo completo. La mayoría de los profesores trabajan entre recintos para suplementar su salario”, agregó.

Carmona Báez dejó saber que ellos no están compitiendo como grupo con la Asociación de Profesores Universitarios (APPU) y que, por el contrario, están unidos a la organización.

Lo que buscan es que como ese grupo tienen unos intereses particulares, que no siempre se atienden con la premura que amerita, dejarse sentir y aunar esfuerzos para no quedar rezagados en toda la discusión pública.