El director del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, Ruperto Chaparro, sostuvo este sábado que el problema de la erosión en las playas es causado en gran parte por el cambio climático “que ha causado un aumento sostenido en el nivel del mar” y por otras variantes como las construcciones y los movimientos de terreno en la zona marítimo terrestre.

El estudioso hizo estas declaraciones durante una vista ocular que se celebró en la zona costera de Rincón en virtud de la Resolución del Senado 994, que ordena un estudio sobre el problema de erosión en las playas del país con el propósito de determinar el estado en que se encuentran para buscar medidas urgentes de conservación.

 “Los estudios indican que por cada pulgada que sube el nivel del mar, se impacta un pie de playa. El problema que tenemos de la erosión en las playas, se debe en parte al cambio climático, que ha causado un aumento sostenido en el nivel del mar”, expuso Chaparro durante la vista pública, en la que estuvieron presentes técnicos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) y del Programa Sea Grant, que tiene sede en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

Chaparro agregó que las construcciones y el movimiento de terreno en la zona marítimo terrestre también influyen en el problema, así como el efecto de los huracanes. Destacó que “la gente no lo tiene presente, pero un huracán de categoría 5 o 6 puede ser devastador para nuestras playas. Recordemos que el huracán Hugo fue categoría 4 y solamente impactó la zona noreste de Puerto Rico”.

Durante la vista, se mencionaron varias medidas de restauración de playas, como el proceso “beach nourishment”, aplicado en Carolina del Norte, Florida y Texas. Esta técnica, que se usó por primera vez en Coney Island, Nueva York, en 1922, consiste en identificar bancos de arena en las zonas subacuácticas cercanas a las playas para reponer esa arena perdida en la superficie.

En México, las autoridades han aplicado este concepto exitosamente en lugares como Cancún, Playa del Carmen y Cozumel a un costo aproximado de $71 millones. Países como Australia, Holanda y Hawai también han utilizado esta técnica en sus playas.

“Pero estamos hablando de un proceso que es lento y sumamente costoso. Por cada milla de playa restaurada, el costo se estima en $1 millón”, puntualizó Chaparro.

Mientras, la licenciada Merangelí Valentín Santiago, en representación del DRNA, indicó que aunque esa agencia tiene el peritaje para trabajar con el tema de la erosión de las playas, su recomendación es que se tomen medidas permanentes. “Es importante conocer el comportamiento costero e integrar a los municipios y las comunidades”, declaró Valentín Santiago.

En la vista también estuvieron presentes el alcalde de Rincón, Carlos López Bonilla; y los senadores Antonio Fas Alzamora, Maritere González y el autor de la resolución, Ángel Rodríguez Otero. Las playas visitadas fueron Doña Lala (La Cambija), Balneario de Rincón y la playa contigua al Parador Villa Cofresí, se informó en un comunicado de prensa.