Un grupo de organizaciones que postulan por la soberanía alimentaria y el cese de la experimentación con semillas de plantas marchó esta tarde desde el Pabellón de la Paz del Parque Luis Muñoz Rivera, en San Juan, hasta el Capitolio en protesta por los riesgos que suponen los productos transgénicos que produce la compañía transnacional Monsanto.

La animada marcha, que salió cerca de las 2:00 p.m., se dio en marco de las actividades que se realizaron en diversas ciudades alrededor del mundo en contra del gigante de los alimentos transgénicos.

"Esta marcha es un repudio contundente a Monsanto y la industria de la biotecnología que constantemente experimenta con los alimentos que nosotros comemos. Es de conocimiento común que no solamente Monsanto, sino otras semilleras como Pioneer y Syngenta, están presentes en Puerto Rico y experimentan todos los días en terrenos agrícolas nuestros que tienen el potencial de ser utilizados para generar alimentos", señaló Jesús Vázquez Negrón, portavoz del colectivo que organizó la protesta, Nada Santo Sobre Monsanto.

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El joven, que también labora con la Asociación Nacional de Derecho Ambiental, expuso que la actividad también buscaba propulsar la idea de la soberanía alimentaria y traer a la atención que sobre 6,000 cuerdas de terrenos públicos y privados se utilizan para la "mera experimentación genética".

"Sabemos que esos alimentos (los genéticamente modificados) son dañinos para la salud, el medioambiente y para las comunidades que viven cerca", puntualizó Vázquez Negrón.

Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido producidos a partir de un organismo modificado mediante ingeniería genética y al que se le han incorporado genes de otro organismo para producir unas características específicas.

QUE LOS ROTULEN

En la actividad, que congregó entre 150 a 200 personas, también se pidió la aprobación del Proyecto del Senado 524 que requeriría que todo alimento preparado o procesado con ingeniería genética en Puerto Rico sea rotulado como tal.

Este proyecto fue presentado por los senadores María de Lourdes Santiago, Larry Seilhamer y Cirilo Tirado y referido a la Comisión de Salud y Nutrición, que preside José Luis Dalmau. De hecho, Santiago se encontraba presente en la marcha y explicó los alcances de dicha legislación.

"La idea es que el consumidor tenga el derecho mínimo a saber qué es lo que come. Preferiríamos tener mayor amplitud, pero nuestra condición colonial nos permite llegar hasta ahí, pero es importante que ante los señalamientos de los posibles peligros a la salud de las comidas transgénicas cada persona sepa lo que le sirve a su familia. Este es un derecho básico del consumidor y que el estado repiense su postura de favorecer este tipo de agricultura por encima de modalidades más saludables como la agricultura orgánica", acotó la legisladora mientras caminaba hacia el Capitolio.

Una vez el grupo llegó a las escalinatas del lado norte de la Casa de las Leyes, Salvador Tió, otro de los portavoces de Nada Santo Sobre Monsanto, leyó un manifiesto agroecológico en el que sacó a relucir las prácticas que ha implementado Monsanto para quedarse con el mercado agrícola y tratar de silenciar a quienes no están de acuerdo con sus prácticas y destacó la necesidad de apoyar la agricultura agroecológica y sustentable en la Isla.

"Según se ha disparado el consumo de estos alimentos (transgénicos) y el uso desmedido de los pesticidas tóxicos, se ha disparado el aumento en autismo, cáncer, obesidad, diabetes, enfermedades renales, hepáticas e intestinales, Alzheimer y desórdenes neurológicos. Los efectos nocivos de estos cultivos y del consumo de estos alimentos es innegable", puntualizó Tió. 

Luego de esa lectura, el grupo partió hacia la Plaza de la Barandilla, en el Vieo San Juan, donde realizarían un acto artístico y ofrecerían más información sobre los alimentos genéticamente modificados.