La senadora Nayda Venegas se declaró en pie de lucha para defender que cualquier agente del orden público estatal pueda orar en su lugar de trabajo.

La legisladora por el Partido Nuevo Progresista (PNP) hizo el planteamiento ayer, tras reunirse con representantes sindicales de la Policía, capellanes y el sargento Salvador Padilla, quien fue sancionado luego que una agente denunciara que sus acciones violaban las reglas sobre prácticas religiosas en el trabajo.

Venegas, quien arremetió contra la carta circular de la Policía que limita las prácticas religiosas en la agencia y habría servido de base para la querella contra Padilla, la calificó de “nefasta, violenta la libertad de expresión y la libertad de culto”.

La senadora se unió al llamamiento del teniente primero y capellán de la Policía, John Méndez Vázquez, quien alegó que en la agencia existe una persecución contra los religiosos y “ha crecido tanto el temor” de hacer expresiones religiosas que les ha privado de poder ejercer sus funciones.

De hecho, el propio capellán, antes y al finalizar la reunión hizo una oración a la que se unieron todos los presentes, entre los que estaban Moraima Ortiz, esposa de Padilla, y abogados que colaboran con la senadora.

Roberto Castro, director ejecutivo de la Asociación de Seguridad, Policías y Ramas Anexas (Aspra) defendió las acciones del sargento Padilla y opinó que la propia carta circular lo exonera porque entre las circunstancias que describe como permitidas para hacer oraciones está el momento antes de comenzar el turno de trabajo, que es cuando Padilla hacía las oraciones.